Wall Street arranca la semana en ‘números verdes’, con los nuevos máximos históricos de S&P 500 y Dow Jones en el retrovisor, y a pesar de que los resultados de BlackRock no han logrado cumplir con las expectativas del consenso. Con todo, su negocio de ETFs ha logrado entradas récord de capital.
68 compañías del principal selectivo del mundo presentarán sus cuentas trimestrales esta semana, según datos de FactSet. Y, de hecho, tras el cierre del mercado este lunes conoceremos las cifras de dos importantes tecnológicas: Netflix y Yahoo!
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“Esta semana será clave en cuanto a la publicación de los resultados empresariales, con Wall Street en máximos históricos, tras celebrar unas declaraciones más dovish de lo esperado por parte de Yellen en sus comparecencias ante el Congreso”, apunta Daniel Pingarrón, de IG.
Mientras, desde el Departamento de Análisis de Bankinter añaden: “Pensamos que el miedo al endurecimiento de las políticas monetarias se ha disipado al tiempo que las cuentas corporativas acompañarán, por lo que las Bolsas podrían encadenar una segunda semana de avances”.
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Por su parte, Morgan Stanley recuerda la importancia de la reforma fiscal para la Bolsa neoyorquina: el S&P 500 tiene que seguir escalando para alcanzar su objetivo de 2.700 puntos a cierre de año, pero “el catalizador de este posible repunte sería más certeza política”.
Reconocen que no es necesario que se alcance la normativa definitiva, sino que “se avance en la modificación de la ley sanitaria y se esbocen las cuestiones de impuestos proporcionaría la certeza necesaria para empresas y consumidores para actuar en consecuencia con las elevadas lecturas de confianza de los últimos tiempos”.
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Mientras tanto, en el plano macro el Índice manufacturero de Nueva York cae con fuerza en julio hasta 9,8, desde 19,8 en junio y 15 esperado. Los datos del pasado viernes de inflación y ventas minoritas no fueron tampoco demasiado halagüeños, por lo que las noticias económicas están atenuando las expectativas de un fuerte crecimiento en el segundo trimestre y también las de un endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed).
