“Todo nuestro razonamiento se reduce a ceder al sentimiento”. Con esta esclarecedora cita de Blaise Pascal, Michael A. Gayed, de Pension Partners, inicia un interesante comentario de mercado en el que se pregunta si ¿se acerca el fin del rally de Europa?. Llama la atención de este experto la rapidez “con la que el mundo ha 'pasado' del 'día del juicio final', de la narrativa negativa sobre el Viejo Continente que caracterizó a todo el ejercicio 2012”, de los comentarios frecuentes en los medios financieros sobre que la moneda única (“defectuosa” en su opinión) dejaría de existir y de los selloffs en su renta variable. “Estuvieron a punto de dar la razón a los Mayas sobre su teoría del fin del mundo”, ironiza este analista.

“Por su puesto, nada de esto sucedió”. El compromiso de hacer todo lo que sea necesario (el 'whatever it takes') del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, desató una oleada de repricing en el mercado, y los países 'bono basura' y sus bolsas experimentaron un giro de 180º. El apetito por el riesgo generó confianza en la Zona Euro y, a su vez, un cambio en la fortuna económica y el estrechamiento de los diferenciales de crédito. El poder de las palabras es, al parecer, más poderoso que el de las acciones. Después de todo, la autoridad monetaria europea aún no ha hecho nada. Por el contrario, la simple promesa de hacerlo ha sido suficiente para que los alcistas (bulls) volvieran a correr de vuelta a estos activos que estaban tan deprimidos.

Opina Gayed que este movimiento por parte del banquero italiano fue “totalmente lógico dada la 'crisis de precios' existente entonces (…) Sin embargo, en algún momento, deberemos pagar el precio (…) y es posible que asistamos a una corrección concebible dentro del contexto de lo que podría ser un mercado alcista secular”. Este experto nos insta a echar un vistado al comportamiento del ratio de precios del iShares Spain ETF con relación al iShares Germany ETF: el numerador del primero está superando (sube más/baja menos) el denominador del segundo.

“Desde una perspectiva amplia de ambos países, la renta variable de España es de alto riesgo, mientras que la de Alemania es un refugio seguro. Gran parte de esta distinción se debe a la deuda y a cómo el mercado percibe las perspectivas de inflación y crecimiento futuro, indicadores que benefician con más fuerza a los países endeudados que a los 'ricos en efectivo' (…) la bolsa española comenzó a superar a la alemana a mediados de julio, al mismo tiempo Europa en general empezó a comportarse mejor que el S&P 500. La relación del ratio de precios España/Alemania se convirtió en un indicador de confianza de la región en su conjunto”, afirma tajante este experto.

Sí, la tendencia alcista es clara, concluye Gayed, “pero quizá demasiado extensa y vulnerable a un pullback. La relación tiene claramente recorrido hacia delante, pero yo me inclino porque el potencial al alza es mayor de cara al año que viene, pero a corto plazo cualquier ruptura de la misma sería una señal de volatilidad y el anuncio de una potencial recogida de beneficios (…) Vigílenla: si España comienza a debilitarse significativamente con respecto a Alemania, puede significar que el sentimiento está empezando a favorecer un entorno de menor riesgo”.

En lo que llevamos de año el Ibex 35 acumula ganancias del 20% y el Dax alemán del 17%; y ahora mismo, el selectivo español se deja un 0,60% (9.855 puntos), mientras que el germano cede un 0,03%. Por su parte, el resto de mercados del Viejo Continente cotiza con pérdidas del 0,10% de media. “Todavía no hemos visto (en lo que llevamos de temporada de presentación de resultados del tercer trimestre) la confirmación de que las ganancias corporativas se acelerarán en 2014”, explica Lars Kreckel, estratega de Legal & General. “Los inversores están dispuestos a ser un poco más pacientes si el crecimiento de los beneficios se produce en dicho periodo, pero el riesgo real es que deben empezar a preocuparse por la caída de los ingresos”.

Sara Carbonell