Hoy Estados Unidos vive el conocido como Black Friday o “Viernes Negro”. Es decir, comienza “oficialmente” el periodo de ventas navideñas un día después de “Acción de Gracias”. La jornada se caracteriza por los descuentos de los establecimientos y las imágenes de avalanchas humanas a la entrada de éstos. De hecho, la cadena estadounidense Wal-Mart, entre otras, ha intensificado sus medidas de seguridad para evitar problemas.

En un intento por aumentar las ventas -que continuarán el lunes con los descuentos para comprar por Internet del conocido como “Ciber Monday”- ayer, día festivo y tradicionalmente para pasar en familia, algunos centros también abrieron sus puertas por la mañana e incluso durante parte de la tarde.

A la espera de conocer algunas de las cifras oficiales de ventas (que empezarán a aparecer el lunes), les decíamos ayer que los medios de comunicación mandan a sus periodistas a las tiendas y empiezan a sondear la situación. Así, los de Reuters se acercaron el jueves a algunos establecimientos y se encontraron, más bien, con poca gente.

“Visitas de Reuters a las tiendas temprano mostraron pequeños grupos de personas, en una señal de que no todos los compradores estadounidenses están dispuestos a sacar sus carteras tan rápido”, dice la agencia.

La Federación Nacional de Minoristas espera que hasta 140 millones de consumidores acudan a las tiendas estadounidenses durante este fin de semana, una cifra levemente mayor a los 139 millones que salieron a comprar el año pasado. Sin embargo, según recoge Reuters, muchos expertos estiman que el crecimiento total de ventas sea débil, en una temporada plagada por una menor confianza del consumidor y porque existen pocos artículos realmente nuevos y llamativos en el mercado.

N.A.