Cuando se encuentran en peligro, los bancos americanos llaman a Warren Buffett. En Europa, las entidades europeas miran al principado de Oriente Medio de Qatar, afirma CNBC. Un tiempo fue protectorado británico, famoso sólo por la pesca de perlas y del tamaño de Yorkshire, pero tras acudir “al rescate” de Deutsche Bank ha confirmado su rol como el bróker número uno de Europa, tras alcanzar acuerdos similares con Barclays, Credit Suisse, Dexia, KBL y Alpha Bank.

Qatar se ha transformado “en lo que quiere gracias a sus ofertas”. Está tratando de asegurarse contra la naturaleza finita de los 26 billones de metros cúbicos de gas sobre los que se asienta. Pero con un ingreso per cápita de 83.000 dólares sus plazos son tan largos que lo que gane políticamente es tan importante casi como lo que haga financieramente.

Antes de la fusión Glencore-Xtrata, el emirato árabe “obligó” a Ivan Glasenberg a aumentar su oferta, duplicando así el valor de su participación. Su dura postura durante las negociaciones hizo mucho para contrarrestar la idea generalizada de que Qatar es muy descuidada con sus miles de millones. Sus porcentajes en Iberdrola o Hochtief no le han ido también, pero los de LVMH, Lagardere, Royal Dutch Shell y Total han ayudado al país a ser un accionista importante en industrias vitales europeas.

S.C.