Los futuros de Wall Street registran ganancias después de que el mercado norteamericano cerrase la semana anterior con el mayor retroceso semanal en dos años, a pesar de las ganancias del viernes.

El Dow Jones subió un 1,38%, hasta los 24.190,90 puntos, con un descenso semanal del 5,2%. También cayó esta semana un 5,2% el S&P 500, aunque el viernes se anotó una subida del 1,49%. Los dos indicadores no habían tenido una caída semanal tan pronunciada desde enero de 2016.

Por su parte, el Nasdaq, terminó con un avance del 1,44%, hasta 6.874,49 unidades, con un descenso acumulado en la semana del 5,1%.

La subida del viernes permitió al Dow Jones salir del nivel técnico de corrección, que comienza cuando el indicador pierde el 10 % o más desde su más reciente marca histórica, en este caso la del 26 de enero. Desde dichos máximos, el índice industrial acumula un descenso del 9,11%.

Las subidas del viernes estuvieron apoyadas por un acuerdo preliminar en la Cámara de Representantes que permitirá financiar al Gobierno federal hasta el 23 de marzo y elevar el límite de gastos generales por dos años (en 300.000 millones de dólares).

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Hoy está previsto que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, revele un plan de infraestructura que ya se enfrenta a importantes obstáculos en el Congreso porque no ofrece tantos nuevos fondos federales como los demócratas quieren y no aborda de forma directa cómo pagar por la iniciativa.

El plan, que propone usar 200.000 millones de dólares en fondos federales para estimular 1,5 billones de dólares en mejoras de obras públicas en un plazo de 10 años, podría modificar la forma cómo el Gobierno federal financia carreteras, puentes y otras infraestructuras.

En una jornada sin referencias macroeconómicas de calado, la atención está puesta en los datos que se conocerán a lo largo de la semana, con las encuestas de febrero con la encuesta manufacturera de Nueva York, la Fed de Filadelfia y la confianza de la Universidad de Michigan preliminar, en todos los casos con estabilidad esperada en niveles cercanos a máximos históricos en Estados Unidos.

Asimismo, se conocerá el dato de inflación (igual que en Europa) que será “de especial relevancia en un mercado que está muy pendiente de la evolución de los precios por sus implicaciones en la retirada (gradual o brusca) de los estímulos monetarios por parte de los bancos centrales”, explican desde Renta 4.

El departamento de análisis de Bankinter también destaca que aunque hay oportunidades en las caídas de los mercados “conviene esperar a conocer la inflación americana del miércoles porque la fiabilidad de la estabilización dependerá de ella: si retrocede hasta +1,9% desde +2,1% como se espera, no habrá problema; pero si continuase por encima de +2% la situación podría complicarse”.

En la misma línea, Sergio Ávila, analista de IG, explica que “los inversores globales continúan con dudas por los riesgos que pueden traer los datos de inflación de Estados Unidos después de las ventas la semana pasada. El informe de la inflación que se publicará el miércoles puede ser el próximo catalizador que nos muestre si las acciones seguirán siendo el atractivo o si por el contrario las inversiones pueden cambiarse hacia los bonos”.

Además, en EEUU continúa la publicación de resultados, que arroja un saldo positivo. En Estados Unidos, hasta ahora, con 341 compañías del S&P 500, el crecimiento del beneficio medio por acción crece un 14,3%, frente al 11% inicialmente estimado. De ellas, el 76,5% bate las expectativas, el 15,0% decepciona y el 8,5% se mantiene en línea.

Con todo, los futuros del Dow Jones suben un 1,18%, los del S&P 500, un 1,07% y los del Nasdaq, un 1,03%.