“Los banqueros jóvenes, que están hartos de trabajar 90 horas a la semana, prefieren crear nuevas empresas”. Así comienza un artículo publicado hoy viernes en la portada de Bloomberg que habla de la situación de Umber Ahmad que tenía que cancelar un viaje a la boda de su amiga más íntima en la que iba a leer un poema tras ser avisada de que un cliente de Morgan Stanley necesitaba que trabajase durante el fin de semana.
Ahmad, que trabajaba primero en Morgan Stanley y luego como vicepresidenta de Goldman Sachs, compara el trabajo con formar parte del ejercito. “El ejercito nos enseña que la privación de sueño es una forma de tortura. No poder dormir de forma regular es malo para tu vida y tu salud”, comenta.
Ahmad dejó Goldman en 2007 para comenzar su propio negocio de inversión, pero más tardé optó por crear una pastelería, algo que fue su hobby para disminuir el estrés cuando trabajaba por los bancos.
La agencia destaca que tener que trabajar largas horas para conseguir sueldos anuales de 100.000 a 300.000 dólares era algo “normal”, pero los jóvenes ya comienzan a cambiar de idea. Patrick Curtis, ex analista de Rothschild, lanzó su propia página web de consejos de carrera y red de contactos al desencantarse de su trabajo en inversión. “No vale el dinero. Trabajas 90 horas a la semana de media. Puede subir a 120 horas cuando todo está muy mal. ¿Vale la pena? No”, afirma Curtis a Bloomberg.
Este tipo de pensamiento se refleja en el cambio de número de estudiantes de escuelas de empresariales que ya van a trabajar a las tecnológicas en vez de entrar en el mundo del trading. Según los datos de la agencia, el número de graduados de Harvard Business School que entran en firmas de inversión bajó el año pasado hasta el 5%, frente al 12% en 2006, mientras los que entran en tecnológicas ha subido casi un 300%, hasta el 18% durante el mismo periodo. Las cifras de Wharton School muestran una caída hasta el 13,3% el año pasado para los estudiantes que entran en el trading desde 26% en 2006. En tecnología, la cifra se duplica hasta el 11,1%. “Los estudiantes están menos dispuestos a realizar los sacrificios que podían haber aceptado hasta cinco o diez años”, afirma el jefe del programa de MBA de Harvard, Jonathan Shepherd.
J.M.