Ayer, la crisis norcoreana centró un día más buena parte de la atención en la Asamblea General de la ONU, con un claro consenso sobre la necesidad de detener el programa nuclear y de misiles del país asiático. Estados Unidos anunció nuevas sanciones económicas contra Corea del Norte, aumentado la presión sobre el régimen de Kim Jong-un, que también se enfrentará a medidas adicionales de la Unión Europea y, posiblemente, China.

La respuesta de Corea del Norte no se hizo esperar y el ministro de Exteriores norcoreano, Ri Yong-ho, dijo que su país podría lanzar a modo de prueba una bomba nuclear de hidrógeno al océano Pacífico como parte de la "respuesta al más alto nivel" con la que el líder Kim Jong-un ha advertido a EE.UU.

"Podría tratarse de la más poderosa de las detonaciones de una bomba H en el Pacífico", dijo Ri a medios surcoreanos congregados en su hotel de Nueva York, donde se encuentra para asistir a la Asamblea General de la ONU.

Ante este nuevo incremento de la tensión entre EEUU y Corea del Norte, los futuros de Wall Street registran descensos. Los del Dow Jones pierden un 0,08%, los del S&P 500, un 0,14%, y los del Nasdaq, un 0,28%.

Ayer los principales índices de la bolsa de Nueva York cerraron la sesión en negativo, por una mayor cautela de los inversores ante las expectativas de otra subida de los tipos de interés en EEUU. El Dow Jones bajó un 0,24%; el Nasdaq, un 0, 65% y el S&P 500, un 0,30%.

Al otro lado del Atlántico el foco también estará puesto en los declaraciones de varios miembros de la Reserva Federal, del presidente de la Fed de San Francisco, John Williams; la presidenta de Kansas City, Esther George; y del jefe de la Fed de Dallas, Robert Kaplan; además de a la publicación de los PMIs preliminares de servicios, manufactureros y compuesto.

Apple cede en torno a un 0,60% en la preapertura, encaminándose a cerrar su peor semana con un lanzamiento, desde que sacó al mercado el iPhone original en 2007. Ayer cerró con una caída del 1,72%.

Antes de la apertura de Wall Street, el euro se cambia a 1,197 dólares.

El brent cede pero se mantiene por encima de los 56 dólares, mientras que el West Texas sube superando los 50 dólares, a la espera de que se produzca la reunión informal de la OPEP.