Gasto en Defensa como mínimo en el 2% del PIB, ¿hay valor en las acciones de armamento?

A nivel político, los países occidentales han cerrado filas con Ucrania con el envío de suministros como medicinas o armas al frente y han aplicado importantes sanciones a la economía rusa. De hecho, el Gobierno de Volodímir Zelenski ha acelerado los trámites para intentar convertirse en miembro de la Unión Europea en los próximos años.

Pero también ha hecho que los gobiernos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) estén comprometidos a aumentar el gasto militar como mínimo en el 2% del PIB. En la actualidad, el país que más dinero destina a Defensa es Estados Unidos con 667.652 millones de euros al año, seguido de China, Rusia, Reino Unido, Alemania, India, Japón, Corea del Sur, Arabia Saudí y Australia.

Actualmente sólo diez de los 29 Estados miembros en la OTAN destina más del 2% de su PIB a Defensa. El 69% del presupuesto militar de los países de la OTAN lo aporta EEUU y sólo Grecia -con un gasto sobre el PIB del 3,8%- invierte más que Estados Unidos, que se deja el 3,5% de su riqueza nacional en el Ejército.

España quiere llevar el gasto en Defensa hasta el 2% del PIB lo que supondría una inversión de 11.271 millones de euros adicionales al año. Por su parte, Alemania ya se ha comprometido a aumentar el gasto en defensa hasta el 3% con una inversión pública de 100.000 millones de euros.

Un reciente estudio de Deloitte apunta que "las compañías (de aeroespacial y defensa) se centren en la innovación para desarrollar nuevas tecnologías y soluciones, crear nuevos mercados y ampliar las oportunidades de crecimiento".

"El conflicto entre Rusia y Ucrania supone mayores inversiones en armamento en el corto plazo, pero evidentemente los países europeos se han dado cuenta que tienen que incrementar el gasto militar con el objetivo de renovar sus ejércitos y poder estar preparados ante un eventual ataque extranjero. Europa durante muchos años destinó el gasto público a otras cuestiones como la obre pública, EEUU por el contrario es el garante de la seguridad mundial", explica Rafael Ojeda, analista macro global de Fortage Funds.

Entre los valores con mayor potencial se encuentran compañías como la multinacional estadounidense que diseña, fabrica y vende aviones, helicópteros, misiles y satélites Boeing con un posible recorrido al alza del 82,90%, seguido de Airbus con un 50,27%, la francesa Dassault Aviation con un 36,60%, la estadounidense Howmet Aerospace un 30,12% y la alemana MTU Aero Engines un 28,10%.

Las acciones más baratas del sector a nivel de ratio precio-beneficio (PER) son la italiana Leonardo que cotiza a 8,58 veces, Indra en 11,39 veces y el cuarto mayor contratista de defensa militar de EEUU y constructor número uno de buques de guerra Northrop Grumman que cotiza en 12,54 veces. A nivel de retorno por dividendo sólo destaca la británica BAE Systems con un 3,27%.

"Es un sector que cuenta con un amplio potencial de revalorización, salvo alguna excepción las acciones de estas compañías no están caras por PER y las que lo tienen más elevado se justificaría por estos amplios potenciales. No se caracterizan por dar un alto dividendo. A nivel de ESG es cierto que muchas entidades las excluyen de su universo de inversión, pero pueden ser una estrategia para cubrir carteras en este momento", añade Ojeda.

En lo que va de año, el sector no está brillando como cabría pensar. El índice Dow Jones US Select Aerospace & Defense Index cede un 7% en 2022 y en los últimos doce meses un 14%. Los dos ETF que existen en el mercado acumulan descensos en lo que va de año, el ETF iShares U.S. Aerospace & Defense un 5,76% y ETF SPDR S&P Kensho Future Security un 10,4%.