Son los terceros, y su metodología se conocerá este miércoles. El Banco Central Europeo (BCE) hará público a mediados de semana el sistema por el que desarrollará los nuevos tests de estrés a los que someterá el año que viene a las entidades del Viejo Continente, como paso previo a convertirse en el supervisor único de la banca. Tanto estas pruebas de estrés como que el BCE sea la autoridad que controle al sector son condiciones sine qua non para crear la unión bancaria europea.

El BCE anunciaba el viernes un briefing con la prensa para este miércoles a las 10:00 hora española, dirigido por Ignazio Angeloni, responsable de estabilidad financiera de la entidad. “El asunto de este briefing será la evaluación integral que el BCE conducirá como adelanto para asumir su completa responsabilidad como supervisor único, uno de los pasos del Mecanismo de Supervisión Única (SSM por sus siglas en inglés)”, versaba su convocatoria.

A falta de los detalles concretos que se conozcan este miércoles, las informaciones emitidas hasta el momento apuntan a que los bancos serán sometidos, antes de examinarse, a una revisión de calidad de sus activos (AQR por sus siglas en inglés).

LOS BANCOS ESPAÑOLES YA HAN CUBIERTO SUS PRINCIPALES NECESIDADES DE CAPITAL

La semana pasada, los expertos de Credit Suisse enumeraban los “considerables” riesgos alcistas y bajistas que implican estos exámenes. “Si son un éxito, su creíble ejecución podría aumentar la confianza de los inversores en el sistema bancario europeo y permitir una reducción en la fragmentación financiera, una transmisión de la política monetaria más efectiva y el consiguiente apoyo a la incipiente recuperación económica. Por el contrario, si su ejecución es ineficaz e incompleta -algo desafortunadamente habitual en muchas de las respuestas políticas durante esta crisis-, podría traer consigo un resurgimiento de las turbulencias financieras y devolver la recesión”.

Credit Suisse considera que estos exámenes podrían revelar más necesidades de capital, pero nada comparable a los números manejados durante los rescates financieros. De hecho, el bróker suizo cree que los problemas de los bancos periféricos están bien documentados y es evidente que la morosidad podría seguir subiendo, pero los programas de Irlanda, Portugal, España y Grecia han cubierto ya las principales necesidades del sector financiero, y están relativamente bien provisionados. Conclusión, las posibles necesidades de capital que arroje la AQR no serán “enormes” en la periferia europea, que ya está bien provisionada y, además, muy vigilada por la “troika”, en la que también participa el propio BCE.

Sin embargo, Credit Suisse, que confía en que el BCE efectúe los exámenes con eficacia, tiene dudas de cómo los distintos países afrontarán las posibles necesidades de capital que arrojen esas pruebas.

En el caso concreto de España, el bróker suizo considera que el sector está sano después de tres “importantes” reformas, un rescate europeo, la transferencia de activos tóxicos al “banco malo” y cuatro trimestres de revisiones del BCE y la Comisión Europea (CE). “La reestructuración del sistema bancario continúa a buen ritmo”, resumen. No obstante, estos analistas reconocen que los retos se mantienen. La morosidad ha continuado incrementándose, y de cara a esta AQR, el regulador nacional ha endurecido algunas de sus reglas. “Son probables necesidades adicionales pero podrían abordarse internamente. En el lado positivo, el entorno macro está mejorando, lo que limita los riesgos de futuras y abultadas provisiones. Adicionalmente, los bancos han pedido solo 40.000 millones de euros de los fondos europeos (de los 100.000 millones posibles)”.

Las malas noticias que arroja la banca española son, sobre todo, dos: no prestan a la economía real (caída del crédito del 10% en términos anuales) y, aunque el ritmo de contracción parece estabilizarse, es improbable que mejore de manera fuerte; e incurren en elevados niveles de financiación del banco central, a pesar de que sus posiciones de liquidez han mejorado y de que los costes de financiación han caído.

Mientras, para los analistas de Exane BNP Paribas, en un informe titulado “Ha llegado un nuevo sheriff a la ciudad”, tras la AQR se producirán riesgos peligrosos para el mercado, porque el BCE estandarizará una supervisión que hasta ahora cada supervisor individual interpreta de manera flexible. Estos expertos advierten, sobre todo, de algunas áreas a las que prestar atención: el peso de los riesgos, los activos fiscales diferidos y el stock de capital. Desde la firma francesa, a falta de claridad sobre la AQR, vaticinan que será “menos dura de lo que se había temido inicialmente”.

No obstante, en las últimas semanas se ha especulado con que se penalice en Basilea III, la normativa que elabora la Autoridad Bancaria Europea (EBA), la recurrencia a las LTRO, las inyecciones de liquidez a largo plazo del BCE.

María Gómez