Apertura con tendencia mixta en Wall Street, después de que el parqué neoyorkino cerrase la jornada en rojo. El Dow Jones sube un 0,04%; el S&P 500, baja un 0,01% y el Nasdaq avanza un 0,02%.
Con el Dow Jones en los 25.816,20 puntos, dentro del selectivo, la mayor subida es la de J&J, que repunta un 0,57%, por delante de DowDuPont y de Verizon, que avanzan un 0,50% en ambos casos.
Por el contrario, la mayor caída del Dow Jones es la de Exxon Mobil, que cede un 2,02%, seguido de Pfizer, que se deja un 0,56%, y de Intel, que pierde un 0,41%.
Los descensos de la petrolera se producen después de haberse conocido que Exxon Mobil y Chevron han aumentado significativamente sus proyecciones de producción de “shale oil” en EEUU, triplicando la producción en los próximos 5 años, poniendo presión bajista sobre los precios del crudo en los próximos ejercicios.
Apple también sufre en el Dow Jones, después de que ayer diversos minoristas chinos especializados en la venta online incluyeron descuentos relevantes en los iPhones vendidos a través de sus plataformas.
Los analistas de Bankinter consideran esta información como “malas noticias en tanto que sugieren que la importante desaceleración en ventas en China a lo largo de 2018 no se ha corregido al arranque de este ejercicio”. De hecho, es la segunda vez este año que diferentes retailers chinos deciden rebajar el precio de los iPhones. “Además, resulta especialmente preocupante que los descuentos se centren precisamente en el iPhone y no en otros artículos”, añaden.
Wall Street, pendiente del empleo ADP y la balanza comercial
En la sesión de hoy la publicación de los datos macroeconómicos se concentra en EEUU, donde se ha conocido que el sector privado de EEUU contrató 183.000 trabajadores en febrero, de acuerdo a un reporte publicado el miércoles por el procesador de nóminas ADP, lo que supone un descenso desde los 300.000 empleos creados en enero. De esta forma, la cifra está por debajo de las estimaciones de los analistas, que anticipaban 189.000 nuevos empleos.
Por otro lado, el Departamento de Comercio ha informado hoy de que el déficit comercial de EEUU alcanzó en diciembre los 59.800 millones siendo el mayor desde octubre de 2008 y superando las expectativas del mercado. la balanza comercial de EEUU cerró 2018 con un déficit comercial de 621.000 millones de dólares, lo que supone un incremento del 18,8%, siendo el mayor desde 2008, tras la brecha de 552.300 millones de dólares de 2017. Asimismo, el saldo negativo con China se encuentra en máximos, pese a los incrementos de aranceles que impuso Washington sobre importaciones chinas.
Además, en EEUU se publicará el Libro Beige, que servirá para preparar la próxima reunión de la Reserva Federal, que se celebrará el 20 de marzo. Tras la comparecencia de Powell la semana pasada, los analistas e Renta 4 creen que “quedará reflejado que la política monetaria y el programa de reducción de balance seguirán siendo data dependientes”.
Ayer, el presidente de la Reserva Federal de Boston, Eric Rosengren, considerado un “halcón” entre los miembros de la Fed, dijo que apoya que la institución se mantenga paciente en lo que respecta a su política monetaria en varios Comités Abiertos de Mercado (FOMC). En este sentido, señaló que su anterior preocupación era que la economía se sobrecalentara, pero que eso parece menos probable ahora.
Así, y en su opinión, algunos riesgos de estabilidad financiera se han reducido, con lo inversores mostrándose ahora menos “exaltados” tras la reciente volatilidad de los mercados. Además, Rosengren dijo que espera un crecimiento de la economía estadounidense del 2% en 2019 sin riesgo de una inflación elevada.
Por otro lado, en Wall Street la atención sigue centrada en las relaciones comerciales entre EEUU y China, después de que ayer el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, comentase que el presidente Donald Trump rechazará cualquier acuerdo comercial entre su país y China que no sea “perfecto”, aunque continuará trabajando en un tratado.
Por otro lado, el mandatario planea abrir un nuevo frente en sus guerras comerciales con un plan para acabar con el trato preferente para India y Turquía, en el último movimiento del mandatario para contrarrestar lo que acuña como “prácticas comerciales desleales”.