A pesar de las noticias que apuntan que el Banco de Japón (BoJ) ha comprado bonos nipones con rendimiento negativo, un inusual movimiento que parece destinado a reafirmar el compromiso flexibilizador de la entidad, las bolsas asiáticas no han podido evitar los números rojos.El miedo se ha apoderado de los inversores que especulan con la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) eleve los tipos de interés más temprano de lo previsto, lo que ha arrojado a los índices asiáticos a mínimos.
En la región, los operadores están pendientes del Foro Económico Mundial en Tianjin (China), que se inicia este miércoles. Asimismo, los mercados surcoreanos permanecen cerrados con motivo de la celebración del Festival de Medio Otoño.

Volviendo a Japón, el movimiento del banco central aumenta las expectativas de cara a que la entidad que dirige Haruhiko Kuroda active un paquete de estímulo adicional, tras los malos datos del PIB japonés de abril-junio, según el diario Nikkei.
Recordamos que en abril de 2013, el BoJ activó un programa de compra masiva de activos, incluidos títulos de deuda pública nipona, para incrementar la base monetaria a un ritmo anual de entre 60 y 70 billones de yenes (436.518-509.240 millones de euros) y acabar con la deflación y el estancamiento económico. No obstante, la compraventa de bonos japoneses ha disminuido últimamente, y esta escasez de oferta en el mercado ha comenzado a preocupar a muchos economistas.
Lo cierto es que los bonos con rendimientos negativos generan pérdidas para los inversores que se aferran a ellos hasta su vencimiento y la compra de estos títulos por parte de un banco central resulta extremadamente inusual.