Apertura con caídas en Wall Street ante las preocupaciones que generan los nuevos desplomes de los precios del petróleo, antes de conocerse nuevos datos macroeconómicos y resultados empresariales del primer trimestre de 2020.
Así, el Dow Jones baja hoy un 1,92%; el Chevron, un 1,55% y el Nasdaq, un 1,04%.
Con el Dow Jones en los 23.803,37 puntos y todos los valores en negativo, las petroleras del índice lideran las caídas mientras que los precios del petróleo alcanzan mínimos de 1999.
En concreto, Exxon Mobil pierde un 5,65%, por delante de Chevron, que recorta un 5,02% y de Dow , que se deja un 4,55%.
De fondo, el temor a falta de capacidad de almacenamiento en EEUU en un contexto de fuerte destrucción de la demanda asociada al Covid-19 y un recorte de oferta de la OPEP+ cercano al 10% del total que el mercado considera insuficiente.
Según Reuters, la demanda de gasolina ha caído un 30% en lo que llevamos de año, y las principales compañías productoras mundiales no pueden obtener beneficios con el precio del crudo por debajo de 30 dólares.
Además se alcanza un nuevo record histórico en la cantidad de petróleo almacenado en barcos, doblando los niveles de hace tan solo dos semanas. Se estima que el crudo almacenado en tanques flotantes está en 160 millones de barriles.
El contrato para mayo del West Texas Intermediate (WTI) llegaba a caer más de un 28%, a 13,10 dólares el barril, su mínimo desde marzo de 1999, aunque la liquidación era exagerada por la inminente expiración del contrato. El contrato para junio, que se comerciaba de forma más activa, cedía menos de un 9%, a 22,83 dólares el barril.
"Como la producción sigue relativamente intacta, el almacenaje está subiendo día a día. El mundo está usando cada vez menos petróleo y los productores sienten cómo se traduce esto en los precios", dijo Bjornar Tonhaugen, de Rystad.
A pesar de las caídas, los principales índices de Wall Street se han recuperado este mes, con el S&P 500 cerrando el viernes con su mayor aumento porcentual de dos semanas desde 1974. El índice de referencia subió un 30% desde su mínimo de marzo, pero todavía está alrededor de un 15% por debajo de su máximo histórico.
El número de muertos en Estados Unidos por el coronavirus aumentó a más de 40.000 el domingo, la cifra más alta del mundo y casi el doble de muertes del siguiente país con más fallecidos, Italia, según un recuento de Reuters.
Estados Unidos tardó 38 días -después de registrar su primera fatalidad el 29 de febrero- en llegar a 10.000 muertes el 6 de abril. Sin embargo, sólo tomó cinco días más llegar a 20.000 muertos, según un recuento de Reuters.
Estados Unidos tiene, por lejos, el mayor número de casos confirmados de coronavirus del mundo, con más de 744.000 infecciones. Los nuevos casos aumentaron en casi 29.000 el sábado, el salto más bajo en tres días.
Más de 22 millones de estadounidenses han solicitado beneficios de desempleo en el último mes debido al cierre de empresas y escuelas, y las severas restricciones de viaje han afectado la economía.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el domingo que los republicanos estaban "cerca" de alcanzar un acuerdo con los demócratas sobre otro paquete para aliviar el daño económico causado por la pandemia de coronavirus.
En una sesión informativa diaria en la Casa Blanca, el mandatario sugirió que podría haber una resolución hoy.
Las ganancias iniciales del dólar desaparecen, debido a que los inversores cuadraban posiciones antes de una cumbre de la Unión Europea esta semana sobre cómo enfrentar la crisis económica derivada de la pandemia del nuevo coronavirus.
El primer ministro italiano, Guiseppe Conte, utilizó una entrevista con el periódico alemán Süddeutsche Zeitung el lunes para reiterar los llamados a que la UE emita bonos comunes del bloque para demostrar la solidaridad de la zona euro de cara a una pandemia que posiblemente provocará la peor recesión en muchos años.
Los jefes de los gobiernos de la UE tienen previsto sostener el jueves una cumbre en video sobre cómo enfrentar las repercusiones económicas de la crisis, en la que se espera que se expresen todas las opiniones sobre los "coronabonos", exigidos principalmente por los estados del sur del continente.