Pérdidas inesperadas y las primeras en tres años para Bank of America al cierre del primer trimestre: -$0,05 por acción frente al beneficio por título de $0,05 previsto por el consenso. En términos netos estos “números rojos” ascienden a 276 millones de dólares, frente a unos beneficios de 1.480 millones en el mismo periodo del pasado ejercicio. Los ingresos, sin embargo, sí baten al mercado, con una cifra de 22.800 millones de dólares, lo que implica no obstante una caída del 3% frente al año pasado. Las ganancias de la entidad se ven afectadas por el pago de costes por litigios judiciales de 6.000 millones de dólares. Sin esas cargas, el resultado por acción sería positivo: 0,35 dólares.

Por su parte, el margen de intereses ajustado a impuestos cae un 5%, hasta los $10.290 millones; además, su rentabilidad marca un mínimo récord al ceder hasta el 2,29%. Finalmente, su media total de préstamos asciende un 1,5%, hasta los $919.500 millones.

Lo bueno de esta cuenta de resultados es que su calidad crediticia ha mejorado con fuerza (los préstamos morosos, por ejemplo, cayeron un 23%, hasta los $17.100 millones). Lo malo es que superó los tests de estrés de la Fed de marzo por la mínima: su Tier 1 en el caso más adverso es del 5,9% (hacía falta un 5% para “aprobar”). Y lo feo, destaca MarketWatch, es que su actual consejero delegado (CEO), Brian Moynihan, aún tiene mucho trabajo por hacer para “limpiar” todo el desastre que le dejó su predecesor, Ken Lewis.

Esta cifras, opina Goldman Sachs, tienen “algo” para los bajistas (el valor se ve presionado por las dudas sobre las perspectivas para 2015 y 2016) y también para los alcistas (margen de intereses estable, capital y ratios de liquidez fuertes).

S.C./M.G.