Probablemente se sorprendan de la dureza con la que doy comienzo a mi tribuna de opinión semanal para esta casa. He querido dejar constancia de los posibles riesgos a los que se enfrenta hoy la bolsa americana, con la contundencia que me caracteriza.
En las últimas semanas, la FED capitaneada por Ben Bernanke ha advertido repetidamente sobre la posibilidad de retirar paulatinamente los estímulos. Sin embargo, el discurso ha sido acompañado reiteradamente por la palabra “paulatinamente” y de insistir en el mercado laboral para defender que los estímulos crecen. Esta controversia ha dejado a los mercados atónitos, faltos de elementos decisorios puesto que se debaten entre una cercana y posible catástrofe o una transición cómoda.

En el año 2.007, meses antes de la quiebra de Bear Stearns, uno de los 5 grandes bancos de inversión de EEUU (Bear Stearns, Lehman Brothers, Morgan Stanley, Goldman Sachs y Merrill Lynch), preludio de la crisis financiera que se llevó también por delante a Lehman Brothers y a Merrill Lynch, los principales economistas americanos defendían el “Soft landing” aterrizaje suave de la economía gracias al reequilibrio global, con unas economías emergentes que amortiguarían la desaceleración económica en occidente. Sin embargo, ni las previsiones más pesimistas fueron capaces de predecir lo que aconteció hasta el día de hoy. La realidad siempre supera la ficción.

Bernanke siempre lo ha tenido claro y ha defendido bajo un tono irónico que los EEUU tienen la forma de producir USD sin coste, gracias a la imprenta. Esta ironía es una clara declaración de intenciones de lo que Bernanke siempre ha tenido en mente. El mundo ha querido que la persona más conocedora del crash del 1.929, dirija la FED en el peor momento de la historia. Me atrevería a decir que en los 70 años posteriores a la gran depresión, el mundo ha logrado capitalizarse y lograr un estado del bienestar que ha sido el salvoconducto de una generación, que ha dilapidado los esfuerzos de las anteriores. Sin embargo, nuestros progenitores, nos han dejado un legado en forma de seguridad social, que en cierto modo nos ha protegido de un mal que todavía hubiera sido peor al empleo, el hambre.

La realidad afortunadamente se aleja mucho de las circunstancias que enumero y la decisiva y determinante actuación de Bernanke ha logrado mantener la economía americana a flote y por ende la economía mundial. Pero ha llegado la hora de la verdad y el sistema capitalista se encuentra en el punto más determinante de la historia. El balance de la FED se ha multiplicado por 5 desde que floreciera la crisis en 2.008 y las medidas no han sido inflacionistas ya que los diferentes quantitative easing, han servido para la supervivencia del sistema financiero americano. Pero como decía, el mercado ha llegado a un punto clave. Por un lado tenemos las bolsas cotizando niveles insostenibles y cercanos a una burbuja, los bonos a largo plazo con rentabilidades negativas y el sistema financiero muy cerca de la plena recuperación. La retirada de los estímulos es clave, pero ¡ojo! Hay que hacerlo de manera gradual, mientras la economía real releve a la economía ciclada de Bernanke. Si la retirada es prematura, la economía podría entrar en recesión dilapidando los esfuerzos del último lustro, perjudicando claramente la incipiente recuperación económica en Europa y ayudando a las economías emergentes a caer, repito, en una recesión.

Retirar los estímulos de manera tardía podría ser catastrófico, puesto que los riesgos inflacionistas son muy peligrosos. Los bancos todavía no han convertido en moneda física las inyecciones de la FED, pero en caso de hacerlo se produciría una inflación tan elevada, que la FED tendría que verse obligada a subir los tipos de interés a niveles cercanos a los que Volcker se vio obligado a finales de los 70. Las dos hipótesis son muy dañinas para la economía estadounidense y sobre todo para la europea.

Por este motivo creo que Bernanke ha asumido la responsabilidad de retirar los estímulos personalmente durante los próximos 6 meses, los últimos de su mandato para asegurarse de que su obra de arte termina de la forma que tiene que terminar. Bernanke pasará a la historia del capitalismo como héroe y villano y él lo sabe. Su ambición es desmesurada y saber retirar los estímulos sin hundir al mundo en una crisis con consecuencias muy graves es lo que va a dictar qué planes tiene reservados el destino para él.

Yo como siempre, trataré de frenar mi ímpetu y declinaré todo tipo de predicción puesto que mi optimismo me invita a pensar que Bernanke lo va a lograr, pero mi particular pesimismo me hace ser cauta al creer que el mundo está abocado a un proceso de gran depresión o de hiperinflación de gravísimas consecuencias. Pero como siempre digo orgullosa, soy Trader y no trato de predecir el futuro pues al fin y al cabo, me gusta eliminar sesgos y centrarme en el ahora. Este es el planteamiento que compartimos en Blackbird respecto a nuestras decisiones y lo que tratamos de inculcar a nuestros alumnos. Pensamos en argumentos racionales y tratamos de comprender lo que puede suceder. Y ello incide en argumentos que van más allá de la teoría económica, son argumentos que se centran en mercado y yo como Trader, soy de mercados.

La forma que tiene Bernanke de retirar los estímulos, la estamos viendo en el bono a 10 años. Atacar la curva de rentabilidad del bono y estabilizarla al 3% es claramente compatible con la idea de recuperación económica. Los bonos sirven para financiar la economía y pagar una rentabilidad del 3%, permite al gobierno de USA financiarse en el mercado y otorgar una tasa de rentabilidad claramente asumible. Pagar menos o más incide claramente en el hecho de que o bien el mercado esté interesado en el bono americano, o bien el estado pueda pagar a un tipo competitivo la deuda.



Este argumento refuerza claramente la idea que siempre mantengo de ir de la mano de un banco central, como mano fuerte del mercado. Si durante el primer semestre hemos podido beneficiarnos de las decisiones del banco central japonés, el último trimestre de 2.013 y primer trimestre de 2.014 podríamos asistir a una caída gradual del bono americano a 10 años. En este sentido, en las últimas semanas he apreciado un movimiento correctivo en forma de Pull Back, en la directriz alcista formada el último lustro, que nos serviría de zona de cortos. Los 127,25 enteros nos servirían para salir de la posición con posibles pérdidas, mientras ello no suceda abriremos posiciones bajistas puesto que la tesis de Bernanke prevalece a todo lo demás, y los americanos son muy cautos con la semántica, pues entienden la sensibilidad de los mercados y saben que en las formas está el resultado y eso es lo que una especuladora, como es mi caso, tiene que saber interpretar, leyendo entre líneas.

En el mercado y en la vida nada sucede por azar, las cosas suceden porque tienen que suceder y hoy más que nunca el mundo hace frente a una batería de decisiones que van a determinar nuestro futuro. Vivimos una era de cambios, reformas e implantación de nuevos estados, más adaptados a las nuevas exigencias del mañana. A nosotros nos ha tocado disfrutar de esta generación, que algunos llaman perdida, pero que yo me atrevería a decir que es la generación del cambio, de la expectativa y de la construcción del orden social del mañana. Y al fin y al cabo esto es vida, vivimos del legado de nuestros padres y dejamos un legado a nuestros hijos. Dicho esto no vamos a negar que hemos dilapidado el legado de nuestros antecesores, ¡cierto! Pero en nuestras manos está dejar un buen porvenir a nuestros futuros hijos y cuanto antes lo acatemos, ¡mejor será la economía del mañana!

Gisela Turazzini
BLACKBIRD | CEO