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    Write off

    ¿Qué es el write-off?

    El término write-off, significa pasar a pérdida, reducir o eliminar el valor de un activo. En el caso concreto de un país, se refiere a la condonación de la deuda. En términos contables, hace referencia a una cancelación, que es una acción contable que reduce el valor de un activo y al mismo tiempo carga una cuenta de pasivo. Se utiliza principalmente en su sentido más literal por las empresas que buscan contabilizar las obligaciones de préstamos impagados, las cuentas por cobrar no pagadas o las pérdidas en el inventario almacenado. En general, también se puede denominar en sentido amplio como algo que ayuda a reducir una factura fiscal anual.

    ¿Para qué se utiliza el write-off?

    Las compañías utilizan habitualmente las amortizaciones contables para contabilizar las pérdidas de activos relacionadas con diversas circunstancias. Así, en el balance, los saneamientos suelen suponer un cargo en una cuenta de gastos y un abono en la cuenta de activos asociada. Cada escenario de amortización será diferente, pero normalmente los gastos también se contabilizarán en la cuenta de resultados, deduciéndose de los ingresos ya contabilizados.

    Los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (PCGA) detallan los asientos contables necesarios para una cancelación. Los dos métodos de contabilidad empresarial más comunes para las amortizaciones son el método de amortización directa y el método de provisión. Los asientos utilizados suelen variar en función de cada escenario. Tres de los escenarios más comunes para los saneamientos empresariales son los préstamos bancarios impagados, las cuentas por cobrar impagadas y las pérdidas en las existencias almacenadas.

    • Préstamos bancarios: las instituciones financieras utilizan las cuentas de cancelación cuando han agotado todos los métodos de acción de cobro. Los saneamientos pueden seguirse de cerca con las reservas para préstamos incobrables de una institución, que es otro tipo de cuenta no monetaria que gestiona las expectativas de pérdidas por deudas impagadas. Las reservas para pérdidas de préstamos funcionan como una proyección para las deudas impagadas, mientras que los saneamientos son una acción final.
    • Cuentas por cobrar: una empresa puede tener que realizar un saneamiento tras determinar que un cliente no va a pagar su factura. Generalmente, en el balance, esto implicará un débito en una cuenta de cuentas por cobrar impagadas como pasivo y un crédito en las cuentas por cobrar.
    • Inventario: puede haber varias razones por las que una empresa necesite dar de baja parte de sus existencias. El inventario puede perderse, ser robado, estropeado u obsoleto. En el balance, la cancelación de las existencias generalmente implica un débito de gastos por el valor de las existencias inutilizables y un crédito a las existencias.

    El write-off en los impuestos

    El término condonación también puede utilizarse de forma general para explicar algo que reduce la renta imponible. Así, las deducciones, los créditos y los gastos en general pueden denominarse amortizaciones. Las empresas y los particulares tienen la oportunidad de reclamar ciertas deducciones que reducen sus ingresos imponibles. La normativa permite a los individuos reclamar una deducción estándar en sus declaraciones de impuestos. Los particulares también pueden detallar las deducciones si superan el nivel de deducción estándar. Las deducciones reducen la renta bruta ajustada aplicando el tipo impositivo correspondiente.

    Los créditos fiscales también pueden considerarse un tipo de deducción. Los créditos fiscales se aplican a los impuestos adeudados, reduciendo directamente la factura fiscal global.

    Las sociedades y las pequeñas empresas disponen de una amplia gama de gastos que reducen de forma global los beneficios que deben tributar. Una condonación de gastos suele aumentar los gastos en una cuenta de resultados, lo que conduce a un menor beneficio y a una menor base imponible.

    En definitiva, las empresas utilizan habitualmente los saneamientos contables para contabilizar las pérdidas de activos relacionadas con diversas circunstancias. Así, en el balance, los saneamientos suelen suponer un cargo en una cuenta de gastos y un abono en la cuenta de activos asociada. Cada escenario de amortización será diferente, pero normalmente los gastos también se contabilizarán en la cuenta de resultados, deduciéndose de los ingresos ya contabilizados. Esto conduce a un menor beneficio y a una menor renta imponible.

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