El cierre parcial de la economía estadounidense –shutdown- está durando más de lo que nadie esperaba. Tanto que el ruido que causa está evitando escuchar un estruendo aún más evidente y de consecuencias aún peores tanto para la economía del país, como para la del resto del mundo.

Demócratas y Republicanos aún no han empezado a discutir sobre el techo