Para mí hay tres características fundamentales que debe tener un sistema de especulación. Primero debe ser fácil de entender
y fácil de explicar. Haga la siguiente prueba. Escoja una persona (un familiar, un compañero de trabajo) que no sepa nada de inversión en bolsa y explíquelo cuál es su sistema para ganar dinero en los mercados. Si consigue que entienda la lógica que hay detrás de su sistema, está en el buen camino. Conseguir un sistema de especulación simple no es fácil (creo que fue Leonardo da Vinci que dijo que la simplicidad es la máxima sofisticación). Y no es fácil porque tenemos la idea preconcebida de que para que algo funcione debe ser complicado (si no todo el mundo lo haría). La simplicidad no sólo permite que las cosas sean claras para los demás; también ayuda a que las cosas sean claras para uno mismo. Tener un sistema simple también ayuda al trader a mantener la concentración en la ejecución de su sistema.


Muchos sistemas son exageradamente e innecesariamente complicados, incluso con señales contradictorias entre sí.
Hay otras dos características que, desde mi punto de vista, definen a un buen sistema de especulación, pero derivan directamente de la primera característica, la simplicidad.

El sistema de especulación además de simple, también debe ser fácil de ejecutar. Las señales deben ser claras y no deben dar lugar a dudas o dobles interpretaciones. En general si el sistema está diseñado con simplicidad, las señales suelen saltar con claridad.

Por último, el sistema debe funcionar en cualquier periodo temporal y en cualquier mercado. Para algunos esta afirmación genera ciertas discrepancias. No es lo mismo, afirman, el mercado de materias primas que el de renta variable y no es lo mismo un gráfico de 5 minutos que uno semanal. Es discutible. No digo que el sistema de trading deba funcionar igual de bien en todos los mercados y en todos los horizontes temporales (la volatilidad intrínseca a cada mercado puede distorsionar las señales), pero sí debe funcionar. Si no es así es que el sistema ha sido manipulado de alguna forma para que, sobre el papel, dé buenos resultados históricos en un tipo de mercado o en un determinado periodo temporal… pero, a la larga, es poco probable que dé resultados de forma consistente.