El S&P 500 se paró hoy al llegar a 2.753 y seguidamente desplegó un movimiento lateral.

La zona comprendida en torno al 2.790 constituye una resistencia muy significativa porque representa un retroceso del  50% de la caída experimentada desde  el 20 de febrero de 2020, 3.400, hasta los mínimos del pasado 23 de marzo, 2.200.

El 23 de marzo fue el día en el que Powell anunció su “QE Ilimitado”.

La subida experimentada por el S&P 500 desde los mínimos del pasado 23 de marzo, 2.200, hasta los máximos de hoy, debemos considerarla por el momento como un rebote.  

La zona del 2.790 también es una resistencia grafica significativa porque, tal y como podemos ver en el gráfico semanal del S&P 500 que recogemos a continuación, se corresponde con los mínimos de agosto de 2019.

Por lo tanto, la zona comprendida entre 2.790 y 2.820 constituye una resistencia muy importante.

Gráfico diario del S&P 500 Contado

En consecuencia, mientras el S&P 500 se mantenga por debajo de la zona 2.790-2.820 mantendremos una predisposición bajista. Ahora bien,  si el S&P 500 fuese capaz de superar el 2.820 sería un signo de fuerza  y además de abrir el camino hasta el 2.932, sería un serio aviso de la conclusión de la tendencia bajista iniciada el pasado 20 de febrero.

A muy corto plazo, mientras el S&P 500 se mantenga por encima de 2.533 mantendremos una predisposición alcista a corto plazo y consideraremos como escenario más probable que el S&P 500 intente dirigirse a la zona de los 2.820.

Una vuelta en “V” tras una caída tan fuerte como la que ha experimentado el S&P 500 desde el 20 de febrero, es muy improbable.

En este sentido es preciso tener en cuenta que el  2.932 representa un retroceso del  61,8% del tramo a la baja desde el 20 de febrero hasta el 23 de marzo de 2020.

Desde un punto de vista teórico, mientras el S&P 500 se mantenga por debajo de 2.932, debemos tener en cuenta que el riesgo de que el S&P 500 vuelva al 2.200 sigue siendo alto.

Finalmente, es preciso tener en cuenta la situación económica.

Es indudable que la actividad económica ahora mismo está paralizada, pero las “máquinas” no se han roto.

El estimulo monetario y fiscal global debería impulsar la recuperación económica cuando las empresas vuelvan a abrir sus puertas.

No tenemos experiencia de situaciones similares, por lo que resulta muy difícil hacer previsiones fiables.

Es cierto que si tenemos en cuenta el comportamiento del S&P 500 en las recesiones y en los mercados bajistas anteriores, deberíamos considerar como escenario más probable que el S&P 500 volvería a la zona de mínimos y la perforaría.

Ahora bien, el elemento nuevo que debe ser tenido en cuenta en estos momentos  es el  efecto que tendrá sobre la economía del enorme estímulo monetario y fiscal que los bancos centrales y los gobiernos han puesto en marcha, incluyendo la entrega de dinero (helicóptero monetario) directamente a los ciudadanos.

Es probable que la economía no entre en recesión gracias a la intervención  y en ese caso entonces deberíamos considerar que el S&P 500 hizo un suelo en el 2.200.