En una entrevista concedida a Henry Blodget, de Business Insider, Ray Dalio, de Bridgewater Associates, ha dicho que la próxima recesión de la economía de los EEUU probablemente se producirá en un año o, como mucho, en dos años.

El incremento de los tipos de interés terminará por provocar la recesión. Es cierto que la economía de los EEUU está creciendo a buen ritmo pero no debemos olvidar que el FED ha perdido gran parte de su arsenal y que el déficit público norteamericano esta creciendo con fuerza (39,5% en los últimos 11 meses del año fiscal), ha afirmado Dalio.

Considera que la economía moderna se asemeja a la de los años 30: los tipos de interés en mínimos, la desigualdad de la renta y la riqueza se ha ampliado notablemente en esta última década, el populismo está en ascenso y las tensiones económicas se están intensificando en todo el mundo.

La desigualdad en la distribución de la riqueza, destacó Dalio, genera una reacción populista que se ha manifestado claramente en la elección del presidente Trump, Brexit y la perdurable popularidad de los partidos en contra del establishment en Grecia, Italia y en otras partes de Europa. Esto refleja el auge del comunismo en la Unión Soviética y el fascismo (otro tipo de movimiento populista) en Italia, Japón y Alemania.

Dalio cree que estamos en la última parte del ciclo, la parte del ciclo en que la política monetaria se está endureciendo y no hay mucha capacidad para conseguir que el crecimiento económico gane tracción.

Lo que es realmente preocupante para Dalio es el hecho de que, ahora como entonces, hay dos poderes compitiendo por la supremacía económica. En la década de 1930, fueron los EE. UU. Y el Reino Unido contra Alemania. Hoy son los Estados Unidos y China.

La pregunta es cuál será el detonante. Italia y España son dos candidatos.

Dalio está más preocupado por la cantidad de deuda denominada en dólares que el Tesoro deberá vender para financiar sus déficits, que en la deuda corporativa. La razón es sencilla: el FED está reduciendo su balance y esa deuda habría que venderla a inversores extranjeros.