¿Qué es el “Great Reset”?

En los últimos decenios, en las reuniones anuales del Foro Económico Mundial, en Davos, se ha llegado a un consenso en el sentido de que el mundo necesita una revolución. Este “gran reajuste” supondrá una revisión completa de: la economía, la política y la sociedad.

Será un nuevo contrato social que perseguirá: igualdad racial (estamos viendo los conflictos en EEUU), justicia social (sanidad pública de calidad e ingreso mínimo vital, agravados por la crisis del COVID) y protección de la naturaleza (comportamiento humano en sintonía con la naturaleza), es decir todo en verde.

Nos venderán este gran reordenamiento como algo que conseguirá esos objetivos, pero obviamente no será así. Los utilizarán como excusa para establecer un estricto control social.

¿De quién es obra el “Great Reset?

El “Great Reset” es obra de un grupo de élite formado por hombres de negocios y políticos acompañados por su séquito intelectual, auspiciados por el Foro Económico Mundial.

La ideología del Foro Económico Mundial no es ni de izquierdas ni de derechas, ni progresista ni conservadora, tampoco es fascista ni comunista, sino abiertamente tecnocrática.

El grupo de élite que lidera el Foro Económico Mundial, que se reune en Davos, cree que las sociedades se pueden modificar en función de programas “racionales” diseñados por algunas personas, sin tener en cuenta que su conocimiento de la realidad es parcial y que no tienen a su alcance los resortes para establecer un orden social definitivamente justo y plenamente libre.

En los últimos decenios, en las reuniones anuales del Foro Económico Mundial se ha llegado a un consenso en el sentido de que el mundo necesita una revolución y que las reformas han tardado demasiado.  

Por ese motivo, los responsables de las políticas mundiales abogan por establecer un nuevo orden mundial urgentemente.

Es preciso tener en cuenta que, una ver formado el consenso, el Foro Económico Mundial puede conseguir que sea implementado por la élite mundial de forma rápida e inteligente.

Declarar el coronavirus como una pandemia ha sido útil para promover la realización del “great reset”.

El confinamiento y el bloqueo a raíz de la pandemia han acelerado la puesta en marcha de los planes para establecer este nuevo orden mundial porque, en sus propias palabras, la pandemia ha puesto al descubierto la insostenibilidad del sistema, su falta de cohesión social.

En consecuencia, vamos a considerar que el cambio va a ser rápido para que aquéllos que reconocen que una revolución está ocurriendo no tengan tiempo de movilizarse contra ella. Y de esta forma se conseguiría que la mayoría de la gente difícilmente se diera cuenta de que una revolución está en marcha.

¿Qué supondrá el “Great Reset” en el ámbito económico?

En el ámbito económico pretenden construir economías más equitativas, inclusivas y sostenibles.

Nos prometerán un estado de bienestar integral, con una renta mínima garantizada, sanidad y educación gratuita, de calidad y para todos.

Ahora bien, este nuevo estado de bienestar integral exigirá una alteración del comportamiento humano, y por ello implantarán un estricto control social.

1.- Aprobarán la renta básica universal, aumento de las prestaciones por desempleo, lo que hará que trabajen aún menos personas  El aumento del paro provocará un incremento de las prestaciones por desempleo y el déficit púbico se agravará

2.- Introducirán de una moneda digital, cuya compra no será anónima, con lo que desparecerá el dinero en efectio y presionarán para que aflore todo el dinero en efectivo. Aumentarán el control fiscal de los ingresos obtenidos por pequeños y medianos empresarios, y, por lo tanto, incrementarán la recaudación fiscal.

Tendrán un control todavía más completo de lo que compramos.

La moneda dificultará la financiación del terrorismo y el blanqueo del dinero procedente de las drogas.

Importante incentivos para que los gobiernos lancen una moneda digital y el público la acepte.

Las enormes inyecciones de liquidez realizadas por los bancos centrales nunca llegó a la economía real, se quedó en la economía financiera. Con monedas digitales el propio gobierno podría ingresar directamente el dinero  en las carteras de los ciudadanos y empresas e incluso condicionarlo su  entrega  a que se destine a fines específicos.

¿Qué papel jugarán los bancos privados en este nuevo orden económico?

Si los bancos centrales van a emitir monedas digitales que sustituirán al papel moneda, debemos considerar que los individuos y las empresas depositarán sus monedas digitales en el banco central, con lo que los bancos privados no tendrian depósitos y no podrian prestar dinero, ni por lo tanto entraría en juego el multiplicador bancario. Y desaparecerían las crisis bancarias como las de 2008.

Las empresas y los particulares que soliciten préstamos deberían solicitarselos a los bancos centrales pues son ellos los que tendrían todo el dinero. El papel de los bancos privados sería el de analistas de riesgos y cobrarían una comisión por prestar ese servicio.

En este entorno, se comprende que el BCE trate de que haya un banco sistémico por cada país.

¿Qué nos dicen los gráficos de Santander y BBVA?

Ambos tienen en común que su cotización se encuentra en torno a los mínimos de marzo de 2009, de  la última crisis bancaria.

Los indicadores de momento se encuentran tambien en zona de mínimos de marzo de 2009.

Por lo tanto, es probable que estemos viendo en estos momentos los niveles mínimos y resulta muy probable que en esta zona se agote el actual tramo a la baja y que se produzca un rebote significativo hacia los máximos del pasado mes de julio.

Gráfico mensual del Santander

Si echamos un vistazo al gráfico mensual del BBVA, observamos que su cotización se encuentra justo en los mínimos del 2009 y sus indicadores de momento "hipersobrevendidso" en grafico semanal.

 

Gráfico mensual del BBVA