Dicen los expertos que en las próximas jornadas – extensible a los primeros meses del año – que la debilidad podría comenzar a aparecer en los índices. Y es que hay un exceso de optimismo – ver:
2013 nos deja eufóricos- que podría derivar en una corrección. (Ver: El sentimiento alcista sufre un revés
). Quizás por ello, los brokers comienzan a poner algo de cautela a sus recomendaciones.
¿Mal de alturas o prudencia? Sea lo que sea, lo que está claro es que las casas de análisis han comenzado a posicionarse vendedoras sobre algunas de las compañías de la bolsa nacional. Grandes o no. Es el caso de Repsol, para la que Carax Alphavalue recomienda reducir con un objetivo que coloca en los 19 euros. El pasado viernes la petrolera era objetivo de unas informaciones de The Wall Street Journal en las que admitía que volverá a operar en su principal yacimiento petrolero en Libia en los próximos días, tras alcanzar un acuerdo con los trabajadores.
Gamesa es una de las compañías que presenta más controversia. Para Carax Alphavalue es una venta – con objetivo en los 3,69 euros – tras adjudicarse un contrato de construcción de un parque eólico de 50 MW en Costa Rica. El valor, sin embargo, a ojos de banco Santander es una compra que incluso podría alcanzar los 9,20 euros.
Donde los brokers lo tienen claro es en el operador de la bolsa española. Bankia Bolsa recomienda comprar BME con un precio de 32,12 euros. Grifols tampoco se lleva mala nota y, a ojos de JP Morgan, es un sobreponderar con un objetivo de 39 euros.
Un punto a favor de los dos grandes: Telefónica y Santander. Sobre la operadora española, Carax Alphavalue recomiendan comprar con un precio de 17,3 euros tras desmentir las especulaciones en torno a la compra de Tim Brasil. Para Santander el broker concede un "añadir" con un precio de 7,61 euros por acción.
Las recomendaciones más optimistas apuntan a Sacyr - Carax Alphavalue recomienda una call option con objetivo de 3,28 euros - a pesar del desplome "tras anunciar el cese de las obras de ampliación en el canal de Panamá. Las autoridades panameñas urgían a la compañía a cumplir con el contrato y comunicaban que no cederán ante las presiones".