Telefónica ha tenido mucha paciencia para intentar colocar O2 al mejor postor, pero esta parece haberse agotado. Después de que la comisión de la competencia de la Unión Europea bloqueara la adquisición de su filial británica por parte de Hutchison, la compañía que preside Álvarez-Pallete podría estar reconsiderando sus próximos movimientos. Unas estrategias que pasarían finalmente por hacer un plan de desinversiones con el objetivo de reducir su deuda, que supera ya los 50.000 millones de euros
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Según informa Voz Pópuli, la decisión estaría ya tomada y el grupo O2 seguiría formando parte de Telefónica. Tal y como explica esta información Pallete habría estudiado todas las ofertas no oficiales de operadores de telecos y de fondos de inversión internacionales. Una vez analizadas, habría tomado la decisión de tomar otro camino puesto que ve prácticamente imposible alcanzar la cifra de 13.000 millones de euros que pretendía aportar Hutchison.
%%%Le avisamos cuando Telefonica llegue a niveles clave|TEF%%%
Principalmente porque las ofertas que hasta ahora ha recibido no llegan al monto que había puesto Hutchison sobre la mesa. Por eso habría tomado la decisión de realizar desinversiones que podrían ascender hasta 10.000 o 15.000 millones de euros, cifra que coincidiría con la que tenían pensada con la venta de O2, que irían destinados a reducir su apalancamiento.
De esta manera, su filial británica se quedaría como su principal buque estandarte en Europa de la operadora española. El presidente del grupo tiene la intención de fortalecer el papel institucional y estratégico que supone tener el control de la segunda teleco más fuerte en Inglaterra.
Pallete junto a su equipo diseña el nuevo plan de desinversiones que tiene en Telxius, la filial de infraestructuras de telefonía móvil. Este es, a día de hoy, su activo más valioso. Vista la relevancia de su OPV, Telefónica tendría la intención de sondear al mercado para hacer lo mismo con su filial. Algo que podría suponer para el grupo unos 5.000 o 6.000 millones de euros.
También las informaciones de este medio señalan que cobra cada vez más fuerza el lanzamiento de una emisión de bonos híbridos o convertibles, en el caso de que los mercados consoliden su estabilidad y que el petróleo se termine afianzando en torno a los niveles de los 50 dólares el barril.
Otras de las alternativas llegarían de la mano de sacar a bolsa su filial mexicana, colocar un paquete minoritario de O2 en el mercado británico, desprenderse de su pequeña participación en China Unicom o recortar su autocartera, que actualmente se sitúa en torno al 1,5% de su capital social.