Parece que a los inversores no les hace gracia el interés de Telefónica
por expandirse aún más en el mercado brasileño. La operadora ha enviado un comunicado a la CNMV en el que reconoce que ha ofrecido 6.700 millones de euros por el operador brasileño de telecomunicaciones Global Village Telecom (GVT). La suma de la cuota de mercado de ambas compañías en el negocio de banda ancha le proporcionaría a Telefónica el 31% del mercado.
Recordemos que la compañía presidida por César Alierta ya intentó comprar esta empresa en 2009, al ofrecer 2.700 millones de euros, pero entonces perdió la batalla favor de Vivendi.
A los accionistas quizás no les haga gracia el mayor efecto divisa que provocaría el aumento del peso del negocio brasileño en su cuenta de resultados. De hecho, en los resultados del primer semestre la operadora admitió que sus ingresos bajaron un 11,8% a 12.725 millones de euros debido a la evolución adversa de los tipos de cambio en Latinoamérica. No obstante, la previsión de beneficio se vio ampliamente superada por los cambios impositivos en Brasil.
Con estos intereses como telón de fondo, Telefónica se consolida por debajo de los 12 euros que ayer perdió a cierre por la mínima. Los títulos de la operadora han dejado un hueco bajista en la apertura de hoy en esa zona que se convierten en resistencia. Por abajo podría ir a buscar apoyo en el soporte de los 11,65 euros, donde dejó también otro hueco a principios de año. Desde que Telefónica hiciera máximos anuales en los 12,90 euros en junio ha venido desarrollando una directriz bajista que sepulta al precio. No obstante, mientras no caiga por debajo de 11,40 euros, se mantiene vigente la directriz alcista de más largo plazo que parte de los mínimos de julio de 2013. (Ver: Los blue chips con el recorrido limitado)
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