La razón de todo esto es que hoy ha dicho que tiene planes para comprar una participación importante en la química suiza Sika por cerca de 2.800 millones de dólares, movimiento que no gusta en absoluto a su cúpula directiva ya que perderían parte del control.

Resulta que la empresa suiza es algo particular, ya que más del 50% del derecho a voto de la compañía la tiene solamente el 16,1% del capital, así que más del 80% de la compañía es pública pero casi no tiene ni voz ni voto.
De momento se necesita la aprobación gubernamental, pero el movimiento en bolsa ha sido contundente, ya que la suiza llegaba caer cerca del 20% y tampoco la francesa está recibiendo apoyo, por lo que los inversores están viendo algo que no acaba de cuadrar en todo el movimiento.


La verdad es que la cúpula directiva de la suiza no ve en lógica en semejante movimiento ya que no ven ganancia alguna para su empresa y además el cambio accionarial no les permitiría seguir con su estrategia de crecimiento y consideran que no podía servir bien a los intereses de la compañía y sus accionistas, así que todos en bloque han decidido renunciar a su puesto una vez se haya completado la compra.