Llenar el depósito de gasolina sigue suponiendo un importante esfuerzo para el bolsillo de los españoles, pese a la bajada de precios del petróleo, ¿por qué no baja también el precio de los combustibles?
Como vemos en el gráfico, tras las fuertes subidas del precio del barril de Brent experimentadas en marzo, cuando comenzaba la invasión rusa de Ucrania, cuando tocó máximos de 137 dólares, actualmente se han moderado al entorno de los 92 - 93 dólares, incluso ha cotizado recientemente por debajo de la cota de los 90 dólares.
En cambio, los precios de los combustibles en España siguen en niveles muy elevados. Se vio un repunte muy fuerte durante el verano y luego los precios se han moderado pero de forma muy ligera.
Aunque los precios sí se han moderado desde sus máximos, como vemos en la siguiente tabla, las previsiones sobre el crudo no invitan al optimismo.
Primero, ¿a qué se debe esta divergencia entre los precios del petróleo y los de la gasolina?
En España los impuestos a los carburantes tienen dos componentes, uno fijo (Impuesto sobre Hidrocarburos) de 0,472 €/l para la Sin Plomo 95 y 0,379 €/l para el Gasóleo A, y otro porcentual del 21% (IVA).
El porcentaje promedio del último año (2021) sobre el precio final que suponen los impuestos es del 51,74% para la sin plomo 95 y del 47,93% para el Gasóleo A.
Eso es lo primero a tener en cuenta, que casi la mitad del precio de las gasolina son impuestos. El resto de lo que pagamos no es solo el petróleo, hay un coste importante en distribución del producto y almacenamiento del mismo a lo que hay que sumar el margen de las gasolineras. El precio del barril es solo una pequeña parte de lo que afecta a los precios de la gasolina.
Y, por último, hay que señalar también que con el precio de la gasolina también se especula, ya que, en ocasiones, los distribuidores están vendiendo un producto que compraron hace dos o tres meses.
A tener en cuenta también la ayuda del Gobierno, que ha generado polémica por el aumento del margen de lo que ganan las estaciones de servicio. En los últimos diez años el margen bruto de distribución de las gasolineras está creciendo al alza.
(Fuente: EsadeEcPol)
Esta ayuda consiste en una subvención de 20 céntimos de euro por litro de carburante, de los que 15 céntimos corresponden al Gobierno y los 5 céntimos restantes corren a cargo de las estaciones de servicio.
¿Cuáles son las previsiones sobre el crudo para los próximos meses?
En octubre, la OPEP+ acordó recortes en la producción de petróleo de 2 millones de barriles al día, muy por encima de lo esperado, lo que provocó uno de sus mayores enfrentamientos con Occidente, mientras la administración de Joe Biden calificó la decisión de sorpresiva y anunció que tomaría medidas.
Está previsto que la OPEP+ celebre su próxima reunión en Viena el 4 de diciembre, un día antes de que entre en vigor un acuerdo de los países del Grupo de los Siete para limitar las ventas de petróleo ruso a un precio bajo forzado.
Aunque el recorte no será tan elevado en la práctica, ya que la OPEP ha estado teniendo problemas para alcanzar sus cotas oficiales de producción, sí que se notará en los precios.
Desde Fortage Funds, manejan unas previsiones para los precios del petróleo entre los 95 y los 105 dólares por barril. Según explica Rafael Ojeda, Analista Macro Global y Asesor en Fortage Funds SICAV, los precios no van a caer, primero por el recorte de producción por parte de la OPEP. La organización aseguró que hará lo posible por mantener la estabilidad de precios.
También porque la inversión en infraestructuras para el petróleo no está creciendo en los últimos años, ya que los países productores de petróleo consideran que, debido a la apuesta cada vez mayor por las energías limpias, esas inversiones no se van a ver amortizadas. El déficit de infraestructuras hace que cualquier cuello de botella incremente los precios, porque no hay capacidad de bombear más petróleo.
Según sus previsiones, el petróleo puede subir hasta los 105 dólares una vez que pase lo peor de la recesión y se vea ese incremento en 2023 y 2024, lo que también se reflejará en los precios de la gasolina.