Por qué en tecnología y cuidados de salud no hay que tirar la toalla todavía

Un entorno de ralentización del crecimiento a nivel global y de los beneficios empresariales en 2019 con la economía estadounidense en la fase final del ciclo económico. “Esperamos que la política de la FED sea más data-dependiente al  tiempo que se acerca a su nivel neutral, haciendo que la posibilidad de una pausa en el proceso de subida de los tipos de interés sea un factor de incertidumbre”, asegura Richard Turnill, Director global de inversiones de BlackRock. El incremento de los riesgos es una llamada a la cautela sobre el balance del riesgo-recompensa de las inversiones.

Pero si hay que mirar a los riesgos en el horizonte lo cierto es que los mercados son más vulnerables a los temores de que una recesión se acerque incluso viendo una baja probabilidad de que EEUU entre en recesión en 2019. Las pocas señales de sobrecalentamiento de la economía y la falta de  vulnerabilidades financieras hacen pensar que la economía seguirá su curso. Los temores a una guerra comercial, y su impacto en los mercados, son ahora mayores que los de hace un año  pero “esperamos que los giros y vueltas causen ataques de ansiedad”. Al tiempo, desde la gestora se muestran preocupados por los riesgos políticos en Europa a medio plazo con una debilidad del crecimiento como telón de fondo y en el mundo emergente, China podría comenzar a flexibilizar su política monetaria para estabilizar su economía.

El departamento de análisis de Blackrock deja claro que prefiere acciones sobre bonos “pero nuestra convicción es templada. En acciones, les gusta la calidad en cash flows, crecimiento sostenible y balances limpios. Estados Unidos es la región a la que favorecen y creen que las acciones de los mercados emergentes ofrecen una recompensa mejorada por el riesgo. En renta fija, han subido la recomendación sobre la deuda pública americana  y optan por plazos más cortos y positivos en duración.  

 

Retornos anuales bonos y acciones

 

Los sólidos  beneficios no fueron compensados con ganancias en 2018. La contracción en todas las regiones estuvo entre las diez peores desde 1998, según datos del MSCI. De hecho, el mercado pagó mucho menos para un nivel dado de ganancias, el tercer peor ejercicio de los últimos 30 años en Estados Unidos, tal y como se aprecia en la tabla. Los retornos fueron menos positivos después de la mayor contracción. EEUU sigue siendo la región favorecida. Las valoraciones son altas pero tenemos una previsión de crecimiento de beneficios más fuerte que otras regiones. Las bajas valoraciones de los mercados emergentes suponen una entrada positiva en medio de una perspectiva de ganancias sólidas y  el enfoque de China hacia su estabilización económica.

 

Previsión crecimiento de beneficios

 

Europa es una “infraponderada” en cartera dados los riesgos políticos y la vulnerabilidad de la economía a los efectos de cualquier recesión, las financieras serían el mayor riesgo. A ojos de BlackRock, Japón sigue siendo “neutral” en cartera.

En este entorno, dice la gestora, la calidad es la clave en la actual fase madura del ciclo. “Creemos que la calidad,  la menor volatilidad y las compañías de gran capitalización ofrecen un atractivo retorno ajustado al riesgo en 2019. Nuestros marcadores de calidad incluyen fuertes niveles de flujo de caja libre, crecimiento y fuertes balances”. Un sector donde estos criterios prevalecen es el de cuidados de la salud. Un sector que además “muestra una baja sensibilidad al crecimiento global y que históricamente ha resistido en el ciclo tardío.  

 

Buscando la calidad de los fundamentales

 

Un punto de vista que está soportado, dice BlackRock, por las tendencias demográficas y de innovación, una fuerte previsión de resultados empresariales en los sectores defensivos. “Favorecemos farmacéuticas, atención médica administrada y tecnología médica”. Desde esta casa, el equipo de análisis asegura no estar listo “para tirar la toalla en el sector tecnológico. Vemos que las recientes caídas de estas compañías han sido debidas a presiones puntuales en algunas de las grandes tecnológicas y los inversores cautelosos reducen su sobreponderación”. ¿La buena noticia? Los beneficios y cuentas de resultados de muchas compañías tecnológicas todavía son saludables. “Esto las mantiene en nuestro segmento de calidad”. La advertencia viene de que las valoraciones tanto del sector tecnológico como de cuidados de la salud han subido frente a la media del mercado y le control normativo de ambos sectores es digno de observación.