El petróleo sigue en tierra de nadie. Continúa de esta manera cuando falta poco más de una semana, concretamente hasta el 17 de abril, para que todos los países productores de crudo se reúnan en Doha para intentar cerrar una postura común sobre la producción del oro negro. La pretensión es o bien congelar la producción de manera unánime por todos los actores a los niveles de enero del presente ejercicio o bien reducirla para que se ajuste la demanda al exceso de oferta que, en este momento, tenemos en escena.
Sin embargo, desde ante de la apertura de los mercados los precios del petróleo cayeron debido a que los inversores ven que la posibilidad de que los productores de Oriente Medio acuerden frenar la sobreproducción se está desvaneciendo. Al mismo tiempo, continúan las preocupaciones sobre las perspectivas económicas de Asia también han arrastrado a los precios a la baja.
Asimismo, Irán, que ha vuelto al escenario internacional del petróleo después de que se levantaran las sanciones interpuestas el pasado mes de enero, señaló que continuará aumentando su producción y exportación de petróleo hasta que alcance la posición en el mercado que ostentaba antes de la imposición de las sanciones, de acuerdo con un informe reflejado en varios medios de comunicación.
Esto hace que un acuerdo propuesto por los principales productores de restringir la oferta sea poco probable como dijo el mayor exportador, Arabia Saudí, la semana pasada que sólo participaría si su rival Irán también participase.
Los futuros del crudo WTI se encuentran por debajo de los 37 dólares el barril, mientras que el Brent ha vuelto a caer sobre los niveles de los 38 dólares. La caída general sigue siendo en torno a un 70% desde los máximos marcados en el 2014.
"Las preocupaciones macroeconómicas y los inventarios de petróleo son altos en el mercado del petróleo y es probable que se mantenga el precio del petróleo entre los 30 dólares y 40 dólares una vez que el año vaya avanzando", señaló la entidad bancaria británica Barclays.
Mientras, algunos analistas esperan mayor debilitamiento del dólar para estimular la demanda de petróleo de los importadores que utilizan otras divisas. A este respecto Morgan Stanley indicó en un informe que entre otras cosas los niveles de los inventarios y tal y como se encuentra la escena actualmente, “cualquier alza en los precios del crudo será limitada”.
Otro de los temas a tener en cuenta es el shale oil de Estados Unidos. "El número de plataformas de petróleo de Estados Unidos se redujo aún más esta semana, con un total de diez", apuntó Goldman Sachs. "Esto implica que la producción de Estados Unidos se reduciría en 705.000 barriles por día interanual en promedio en 2016, y 375.000 barriles por día en 2017”, concretó. Hasta el momento, la producción estadounidense se mantiene absolutamente elevada con una producción que suma más de nueve millones de barriles al día.
Lo que también influye, efectivamente, es las dudas que hay sobre los datos macroeconómicas de los países asiáticos. Los analistas también ven como un jarro de agua fría este hecho. “Asia sigue haciendo frente a un problema de crecimiento estructural”, explicó Frederic Neumann de HSBC.
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