Desde el estallido de la guerra en Ucrania el 24 de febrero de 2022,el país se ha visto completamente devastado. Conforme avanza el conflicto armado, surgen nuevas necesidades económicas, especialmente en materia defensiva, administrativa y de reconstrucción de sus dañadas infraestructuras. Así pues, inversionistas de todo el mundo ven en Ucrania una oportunidad para invertir una vez que el conflicto acabe, no solamente en construcción, sino en otros sectores ahora destruidos y que resultan clave para el porvenir de la nación.

Recientemente se ha dado a conocerla noticia de que la Unión Europea y la Corporación Financiera Internacional (CFI) han firmado un acuerdo para desbloquear más de 500 millones de euros en inversiones, favoreciendo a la reconstrucción inclusiva y sostenible de Ucrania. La UE aportará hasta 90 millones de euros en garantías financieras y se espera que las inversiones movilizadas en el marco del programa por el sector privado alcancen más de 500 millones de euros. Además, se promoverán la descarbonización y la preservación de los medios de subsistencia.

Ya anteriormente, en 2022, la CFI puso en marcha el Programa de Acción para la Resiliencia Económica (ERA), dotado con hasta 2.000 millones de dólares para apoyar al sector privado ucraniano.

Un atractivo para la inversión

La reconstrucción de Ucrania, conforme a los criterios occidentales, supone un desafío y una oportunidad para los ucranianos. Se precisa reactivar todos los sectores, especialmente: construcción, energía, infraestructuras varias, alimentación, informática, farmacia y automoción. Así pues, países como EEUU, Reino Unido, Polonia, Alemania, Francia, Rumania y Lituania han expresado su disposición a colaborar.

El 25 de octubre de 2022 se celebró la segunda conferencia entre los primeros ministros de países de Europa Occidental y altos funcionarios de organizaciones internacionales. Se espera que se ponga en marcha, cuanto antes, una plataforma internacional para la reconstrucción. Esto implica más de 150.000 edificaciones y bloques de viviendas, más de 2.000 centros de enseñanza, más de 25.000 kilómetros de carreteras y unas 7.000 líneas ferroviarias. Además, se contemplan docenas de plantas de calefacción urbana, varias centrales nucleares y cientos de miles de automóviles.

La reconstrucción de Ucrania pasa a ser una emergencia y una oportunidad. Se calcula que el déficit mensual del presupuesto ucraniano, debido a las operaciones de defensa, ronda los 4.000 millones de euros. De igual modo, el valor oficial de las ayudas brindadas a Ucrania a finales de 2022 era de unos 100.000 millones de euros.

Para reconstruir íntegramente todos los sectores económicos de Ucrania se precisarían más de 750.000 millones de euros a largo plazo. Esto hace que inversionistas de todo el mundo pongan el foco en el país, que precisará de todo tipo de productos y servicios al finalizar el conflicto bélico. Pese a las ayudas humanitarias llegadas hasta la fecha, se espera la venida de nuevos inversionistas que consigan obtener importantes beneficios económicos. De tal modo que, conforme se aproxime la reconstrucción, el plan definitivo podría ascender a unos 700.000 millones de dólares.

Ucrania puede presumir de contar con un gran capital humano, dotado de enorme talento. Los sectores que se esperan que mayor repercusión cobren en la reconstrucción serán el inmobiliario y el de la construcción, sobre todo como consecuencia de la taxación favorable aplicada por las autoridades ucranianas. Algo que ha sido visto como muy positivo por parte de los inversores internacionales.

De igual modo, el sector turístico es fundamental. Ucrania es un país que tiene un gran potencial por explotar, por lo que necesitará el respaldo de grandes empresas occidentales para poder poner en valor esta nueva fuente de financiación una vez se dé por concluido el conflicto armado.

Las condiciones son muy favorables, pues se han generado una serie de cambios legislativos que favorecen a los inversores y que permiten generan mejoras en infraestructuras, carreteras y trenes. De este modo, los bienes pueden llegar mucho más rápido y se podrán fortalecer las alianzas entre empresas e inversores, apoyando la reconstrucción del país en circunstancias tan adversas.

El papel de España

En este sentido, la directora general de Comercio del Gobierno de España, Alicia Varela, ha expresado recientemente tras un viaje a Ucrania, la necesidad de que España siga apoyando a Ucrania en materia financiera, militar y humanitaria.

Los sectores de infraestructuras, transporte y energías renovables son los sectores en los que Ucrania más buscará la inversión procedente de empresas españolas. Pero especialmente, el sector ferroviario podría ser el que un mayor potencial económico tuviese en el país, pues es un medio de transporte muy utilizado. De consolidarse este respaldo al Gobierno de Volodímir Zelenski, España se vería altamente beneficiada al exportar una gran producción al tejido económico del país europeo.

No hay que olvidar que, pese a su situación de incertidumbre actual, Ucrania posee una posición privilegiada en la cadena de suministros a nivel mundial. De ahí que las empresas inversoras de capital extranjero deberán pensar en su responsabilidad y reputación social, negándose previamente a realizar negocios con Rusia. Una oportunidad que debe ser aprovechada, especialmente, por España.

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