Un momento “sano” el que está viviendo la industria con un nivel de madurez, a nivel de formación de los ahorradores, que ha permitido “que nos hayamos podido adaptar a cada momento”, dice Alicia García, Country Head Iberia at M&G Investments.  Una casa que cree que hay riesgos estructurales sobre la mesa como los cuellos de botella en las cadenas de suministros, que cree que son temporales, subidas de salarios, inflación que se ha expandido a la economía y creo que “entramos en un período de inflación con tasas superiores a las de los últimos años. También es verdad que llevamos 30 años con los tipos bajando, que ha sido muy bueno para activos como la renta variable y ahora nos toca sacar soluciones de inversión para este entorno”.

David Córdoba, Sales Director at Crédit Mutuel Investment Managers asegura que un entorno de inflaciones más altas mantenidos por un período de tiempo más prolongado “es favorable para aquellas gestoras con buenos fondos de renta fija, pues el factor demográfico pesa mucho en España, con mucha gente mayor teniendo mucha asignación en renta fija”. Aunque  para Javier Ruiz Villabrille, Country Head España de Flossbach von Storch en este entorno, el gran problema “lo siguen teniendo las estrategias más conservadoras y, sobre todo, aquellas en renta fija”, asegura este experto,  quese cuestiona si este activo sigue ofreciendo diversificación en las carteras.

Por el contrario, Ralph Elder, Managing Director Iberia, Latam & US Offshore de BNY Mellon asegura que el fondo que “mejor ha funcionado este año es el de bonos municipales de EEUU ligados a infraestructuras”. Y es que un entorno de inflación más alta no conlleva tipos de interés más altos debido al apalancamiento de las economías. En general, dicen desde el sector, se observa una gran complacencia del mercado generada por la gran inyección de billetes que han hecho los Bancos Centrales sobre el sistema y lo mejor es que los inversores estén dispuestos a invertir en aquellos fondo que se defiendan mejor de las caídas porque, en caso de correcciones, el posicionamiento de los más conservadores posiblemente no sea el óptimo.

Aunque, como industria, “somos capaces de ofrecer soluciones interesantes sea cual sea el entorno”, dice Nabil El - Asmar, Country Head Vontobel.  Desde el sector creen que la industria cuenta con vientos de cola estructurales: acumulación del ahorro, los bajos tipos de interés, dificultad de los bancos para remunerar los depósitos… y estamos en una fase de recuperación tras la pandemia, con unos estímulos fiscales que seguirán, lo que hace que la industria - independientemente  de la volatilidad del mercado, siga teniendo un futuro razonablemente optimista.

Un escenario que va de la mano de la innovación que está llevando a cabo la industria en un momento en que parece que la gestión activa, per se, ha alcanzado  su pico. Marisa Aguilar Villa, Country Head for Iberia at Allianz Global Investors admite que la industria está “innovando para intentar ir más allá de la asignación clásica de activos, pues nos hemos dado cuenta de la descorrelación no funciona siempre bien y nos hemos obligado a buscar fuentes alternativas de renta y de alfa”. Con lo que a día de hoy el futuro de la industria se divide en dos niveles, uno más táctico - en el que analizamos qué pasará cuando suban los tipos en un escenario que hace necesario buscar sustitutos y donde los mercados privados están entrando con fuerza - y uno más estratégico, que se centra en la fuente innovadora de la industria en un mundo cambiante con retos, como el cambio climático o la sostenibilidad, que están revolucionando todo. Con ese enfoque, el Country Head Iberia & Latam de Groupama AM, Juan Rodríguez - Fraile, asegura que en la gestora han dado una vuelta a la gama de productos en pro de ver qué soluciones pervivirán en los próximos años. “Ahí estamos dando una vuelta a todo: desde los ilíquidos, infraestructuras, corporate debt, inversión en inteligencia artificial, smart cities, temáticos…ir a nichos. Porque la clave está en ser especialista en algo y tener las herramientas para hacerlo relativamente bien”.   Y es que a medida que el cliente se hace más sofisticado se hace necesario generar fuentes de alfa descorrelacionadas y eso va de la mano de una mayor madurez del inversor.

Y es que este sigue siendo uno de los retos de la industria, que lleva muchos años haciendo un esfuerzo tremendo en cuanto a educación financiera, intentando que el ahorrador, ante la falta de alternativas, dé el salto a inversor.   En este sentido se ha alcanzado cierto grado de madurez aunque todavía existen barreras. La inversión en emergentes es una de ellas. “Hemos visto cómo en una década el inversor que sólo invertía en Telefónica ha dado el salto para invertir en Europa, a día de hoy el inversor tiene de forma estructural bolsa americana pero con los emergentes la asignación todavía es táctica”, dice el experto de Vontobel AM. Nos falta darnos cuenta de que el mundo ha cambiado e incluso en el mundo líquido menos sofisticado “tenemos la alternativa de invertir de una forma realmente global”.

De izquierda a derecha: Alicia García (M&G), Nabil El- Asmar (Vontobel AM), Silvia Morcillo (Ei), Juan Rodríguez - Fraile (Groupama AM) y Marisa Aguilar (Allianz Global Investors).

La sostenibilidad impacta no sólo en la formación de los clientes sino en la propia gestión

Aunque se ha avanzado mucho, otro de los retos a los que se enfrenta la industria es su propia transformación como consecuencia de temas como la sostenibilidad, que impacta no sólo en la formación de los clientes (a los que explicar qué es la inversión de impacto, la exclusión  y lo que hay entre los extremos ) sino también en la gestión, en un entorno que está en constante cambio. “El impacto que tiene el liderazgo europeo en la consecución de un modelo más sostenible en las gestoras de activos en Europa es muy elevado y la cantidad de regulació que se inició con el Plan de Acción de  Finanzas sostenibles a día de hoy sigue tejiendo la telaraña de la regulación”, dice la experta de Allianz Global Investors. 

Un tema en el que, a pesar de lo que se viene hablando en los últimos años, todavía queda mucho por hacer. Se han sentado las bases pero todavía estamos en un fase muy inicial, “lo bueno es que tenemos unos objetivos a los que tenemos que llegar”, dice la experta de M&G.  En la industria su implementación conlleva una gran inversión en tecnología, talento, know how, conocimiento y todo esto con una regulación que todavía genera muchas dudas, lo que hace que las gestoras sean muy prudentes a la hora de lanzar determinados productos. Desde el sector creen que es necesario poner unas normas claras sobre lo que es sostenible y lo que no.

Es en este punto, en el de la sostenibilidad, donde más puntos de fricción hay.  Mientras algunos hablan de la sofisticación del selector español - que no se deja llevar porque un fondo cumpla con un determinado ODS de la ONU sino que prefiere indagar en el proceso de inversión del mismo -  para otros es clave que haya un compliance ESG que permita regular a aquellas gestoras/distribuidores que no cumplen con un estricto filtro de sostenibilidad y, sin embargo,  exigen al resto que para distribuir su fondo se haga sostenible.  Y es que parece que el capex y el daño a la cuenta de resultados por ser verde es algo a tener en cuenta. El ESG bien hecho es un trabajo del analista y es donde la gestión activa de análisis aporta, pues es donde se ve si es verdaderamente ESG o greenwashing.

Inversor institucional, la gran tarea pendiente del mercado español

En lo que todos coinciden es que la banca es un acto fundamental a la hora de conseguir este crecimiento sostenible.   Y es que el negocio de distribución no ha cambiado en las últimas dos décadas y sigue siendo eminentemente bancaria. Un mercado que viene de una consolidación importante, con el efecto que esto tiene en la industria de gestión de activos.

De hecho, en las EAFIS hay un proceso de concentración o integración, con compañías de seguros y Agencias de Valores comprando empresas de asesoramiento para darles plataformas de servicios y quitarse la parte administrativa que les permita dedicarse a dar servicio a sus clientes.

Desde el sector creen que para tener una mayor capilaridad es necesario tener más clientes (distribuidores).  Una asignatura pendiente del mercado español.  Además se da la circunstancia de que, dentro de la UE, hay mercados donde el negocio de la distribución tiene tres patas: institucional, wholesales y retail mientras aquí solo contamos con la pata institucional, que ha pasado de 65 a 8 entidades y totalmente bancarizada.  Además, en esa concentración, si uno analiza por dónde vienen los flujos, en fondos internacionales â…” de los flujos están paquetizados, es decir, dependen de que un fondo haya entrado en una lista de selección y de que un señor le dé al botón de suscripción. Da igual que el fondo vaya bien o mal, es algo perverso porque la diferencia entre tener un año bueno y uno malo es muy sutil.

Un proceso de consolidación que también abarca a la parte de la gestión. El mercado está en máximos y es tentador hacer operaciones corporativas, hay gestoras que están mirando para comprar algo pero los precios son elevados. Desde BNY Mellon, Ralph Elder asegura que en algunos casos se compran equipos - porque se quiere desarrollar una especialidad - más que una gestora. Este experto también ve prácticas en la que el banquero se convierte en más comercial y la parte de gestión se externaliza, tipo mandatos. Una tendencia que presiona márgenes aunque con una permanencia de seis años, con una fragmentación controlada pero donde el cliente final tiene la última palabra.

Un entorno que está haciendo que la presión en márgenes sea elevada, sobre todo en los productos más estándar aunque “no en los activos más especializados, ya que hay compras de gestoras de infraestructuras y private equity a unos múltiplos altos”, dice el experto de Flossbach von Storch.

Rubén García Paez, Director General Italia, Iberia, Latam de Columbia Threadneedle reconoce que a pesar de la consolidación y la contracción de márgenes, el mercado español es muy potente. “Si bien hay menos margen, con más consolidación y más presión, crecerá el market share y habrá espacio para todos, los más generalistas y los más especializados.En los últimos años el mercado español a nivel de fondos internacionales ha crecido mucho”.

De izquierda a derecha: Javier Ruiz (Flossbach von Storch), Rubén García (Columbia Threadneedle), Consuelo Blanco (Ei), David Córdoba (Crédit Mutuel IM) y Ralph Elder (BNY Mellon).