“Vimos un comienzo de 2023 explosivo tras un 2022 bastante fatigado por la crisis de FTX. Ahora parece que esas dudas acerca de los mercados digitales quedaron atrás y empezamos bastante bien en enero, febrero fue más plano y marzo ha estado condicionado por la crisis financiera a partir de la quiebra de Silicon Valley Bank (SVB). Los criptoactivos están reaccionando en el mejor momento posible, se están quedando un poco al margen de esta crisis financiera y el sentimiento de mercado es muy favorable. Estamos saboreando las mieles que nos dejó probar 2022”, describe San José.

¿Lo peor ya ha pasado para las criptodivisas? La regulación que llega de EEUU no es del todo favorable y la quiebra del bróker japonés Mt.Gox va a hacer que se devuelvan al mercado miles de bitcoins.

“No va a haber paz en el corto plazo. Estamos viendo una presión regulatoria mediática en EEUU, los progresistas de EEUU quieren sobreregular el mercado y los conservadores quieren potenciar este tipo de activos para que sea un país a la vanguardia… Esto se resolverá cuando tengamos las próximas elecciones, en unos 22 meses. Mientras tanto nos esperan 22 meses de cierto crecimiento, de mucha presión de los medios. La nueva Administración de EEUU coincidirá con el halving de bitcoin”, narra Gómez.

Mientras tanto en España la regulación avanza en un sentido positivo gracias a la aprobación en el Congreso de los Diputados de la nueva ley del Mercado de Valores en la que se incluye el uso de activos financieros bajo DLT, bases de datos que gestionan varios participantes y no está centralizada, como acciones, bonos o fondos de inversión. En abril llegará la ley MiCA o Ley para Mercados de Criptoactivos, que es una nueva regulación de la Unión Europea centrada en ofrecer un marco regulatorio común para todo el ecosistema financiero que se da alrededor de blockchain y criptomonedas.

“Estoy esperanzada con la nueva regulación, no sé pone en el peor escenario y además si esto crea más confianza en el inversor minorista será positivo”, valora San José. “Ahora parece que Europa está a la vanguardia en este mercado, cuando hace cuatro años o dos no lo era. Parece que los calendarios electorales afectan mucho a la regulación y habrá que ver la letra pequeña porque ahí está el diablo muchas veces”, indica Gómez.

A nivel de flujos, el dinero está volviendo al mercado cripto con fuerza tanto a nivel institucional como de inversores particulares. El interés abierto en opciones y derivados sobre las criptos se encuentra en máximos históricos. ¿Es el bitcoin un activo refugio como muchas veces se considera al oro?

“Creo que sí, estamos son los primeros pasos para ver a Bitcoin como una alternativa como reserva de valor. El empuje que está teniendo bitcoin en las últimas tres semanas tiene dos razones: uno completamente ‘retail’ y otro instituconal. Fidelity Investments, una de las mayores gestores de fondos y planes de pensiones del mundo, está ofreciendo a clientes minoristas productos que invierten en bitcoin. No sobreestimemos el impacto que puede tener esto en el precio del bitcoin”, subraya Gómez.

Ya en noviembre, y a modo de prueba, Fidelity Investments puso en marcha su servicio Fidelity Crypto, que permite a millones de usuarios y clientes de la plataforma comprar y vender Bitcoin y Ethereum sin tener que pagar comisiones. Sin un anuncio previo, Fidelity Investments abrió este mismo mes su servicio Fidelity Crypto al público, permitiendo a sus millones de clientes poder realizar distintos tipos de negociaciones con las dos criptomonedas más importantes y capitalizadas del mercado, Bitcoin y Ethereum

“A nivel institucional muchas veces vemos juegos suma cero, es decir lo que sale de un activo se va a otro. En un momento de crisis bancaria, el dinero institucional tiene que buscar refugio porque sólo tiene garantizados depósitos por valor de 250.000 dólares en EEUU, por lo que el dinero tradicionalmente se ha ido a oro y activos inmobiliarios. La liquidez del oro no es inmediata, mientras que la subida de tipos y el aumento de la morosidad desincentiva invertir en activos inmobiliarios por lo que el mercado está encontrado una alternativa que descorrelaciona en el bitcoin, y que además tiene liquidez para poder entrar y salir rápidamente”, sostiene Gómez.

Sin embargo, el bitcoin no es un mercado del todo líquido porque apenas tiene un volumen de 5.000 millones de dólares diarios y aún es muy minoritario en las carteras de los inversores institucionales como los grandes bancos de inversión, los fondos, las aseguradoras o los planes de pensiones.

“El bitcoin se está posicionando como una alternativa al sistema financiero tradicional o clásico. Desde la quiebra de SVB hemos visto que bitcoin ha subido más que otras criptodivisas, de hecho hasta hace dos días era la única que prácticamente subía a doble digito mientras que otras ‘altcoins’ estaban perdiendo. Bitcoin es la única criptodivisa que es una reserva de valor, la única alternativa al sistema monetario y el resto son proyectos tecnológicos que cumplen otras funciones”, arguye San José.