No había muchas previsiones sobre esta reunión pero lo cierto es que Mario Draghi sigue levantando expectativas. Más por el qué dirá por cómo lo dice. El discurso de la rueda de prensa posterior a decidir mantener los tipos de interés en mínimos históricos se ha saldado sin sorpresas respecto a las tres variables de las que les hemos hablado previamente.

El mandatario del BCE ha asegurado que las medidas de política monetaria continuarán mientras la inflación no alcance el 2%. Además, confirma que las medidas que se están implementando en la economía “supondrá un soporte de la recuperación económica en Europa
”. La inflación tocó fondo a comienzos de año, cuando el IPC se colocó en el 0.3% en mayo, comparado con el 0.6% de enero, según Eurostat. Una lectura que tuvo su justificación en la caída que experimentó el precio del crudo.

PREVISIONES MACRO 

Sin embargo, el efecto de los tipos bajos de cambio del euro y el efecto del petróleo, contribuirá a una mejora de los precios a partir del próximo año. Las previsiones del Eurosistema estima el 0.3% para 2015, el 1.5% para 2016 y el 1.8% para 2017. Una revisión al alza de la mostrada en meses previos.  Todo ello en un entorno en el que el crecimiento económico continuará avanzando en un gran número de sectores, especialmente en los que se están implementando reformas. Estas acciones reflejan unas proyecciones macroeconómicas que dejan el PIB en el 1.2% para 2015, un 1.9% para 2016 y el 2% para 2017.

Aun así, dice Mario Draghi que es necesario mantener las políticas monetarias pues darán el respaldo necesario a la recuperación de la Eurozona. El mandatario del organismo monetario no ha dudado en hablar de una mejora del volumen de préstamos por entidades no financieras en una décima, hasta el -0.1%, aunque la dinámica de las compañías no financieras “continúa reflejando la relación entre el ciclo económico, el riesgo del crédito y el ajuste de los balances del sector financiero”.

En cuanto a la masa monetaria, creció un 5,6% en abril , con respecto al 4,3% de marzo en la Eurozona.

GRECIA

Grecia era la pregunta más esperada y ha habido. Draghi ha dejado claro que el BCE quiere que el país permanezca en el Euro pero debe haber un acuerdo. De hecho, tal y como exponen filtraciones a Reuters "Grecia aceptaría un objetivo de superávit primario en 2015 del 0,8% y de 1,5% en 2016. Además, haría concesiones en el tema de pensiones y en el IVA".

Draghi ha reconocido que las negociaciones se están llevando a cabo en este momento. "No merece la pena que haga ningún comentario al respecto. Tanto el gobierno griego como el resto de instituciones tiene sobre la mesa las propuestas. El consejo de Gobierno del BCE quiere que Grecia se mantenga en el euro pero debe haber un acuerdo más fuerte: que tenga justicia social pero también fiscal". De hecho, el BCE no aumentará el ELA - programa de asistencia de liquidez - siempre que no haya una perspectivas creíble por parte de Grecia. "No hay ningún automatismo para considerar nuevos umbrales". 

Sobre la dirección que llevan las negociaciones con Grecia, el mandatario ha segurado que no puede actualizar en directo  la información de cómo evolucionan las negociaciones pero al final "habrá acuerdo aunque deberá ser fuerte". Vuelven a salir la sostenibilidad fiscal y bancaria del país. De hecho, el mandatario del organismo ha confirmado la viabilidad de Grecia en el futuro pues "hay economías que no son viables con un conjunto de políticas que pueden serlo con otros.  Políticas que promocionan crecimiento, igualdad y sostenibilidad fiscal". 

El  motivo por el que no ha endurecido los colaterales dada la complicada situación actual, dice Draghi, es porque las normas son distintas para la ELA que para la financiación estándar porque la primera la proporciona el banco central nacional.  "Regularmente analizamos los eventos en el mercado y cómo afectan la calidad del colateral, en este caso de los bonos griegos. Si las condiciones cambian revisaríamos las decisiones previas. Seguimos las reglas, la ELA está diseñada para financiar al sector privado, no al Gobierno. Y hay un colateral en estos préstamos con condiciones diferentes que se revisa en función de la actualidad".

Preguntado sobre si el BCE asistirá o no a la reunión de eta noche entre Juncker, Dijsselbloem y Tripras y ha sido rotundo: no. 
 
QE

El mandatario del BCE ha dejado claro que períodos de tipos bajos suelen traer períodos de alta volatilidad. Y eso es a lo que debemos acostumbrarnos. De hecho, ha dejado claro que no piensan hacer nada ni "planteamos cambiar nuestra política monetaria. Tenemos un mandato que es mantener la estabilidad de los precios y la intención es mantener nuestro ritmo actual". 

Aunque la implementación del programa va bien, Draghi ha admitido que "esperámos cifras más fuertes en nuestras proyecciones iniciales. Ha habido cierta pérdida de ritmo princpipalmente debido al deterioro de las economías emergentes. Los datos demuestran que la demanda doméstica en la Eurozona sigue fuerte. "Simplemente queríamos apuntar a una pérdida de ritmo que viene del sector comercial". 

Preguntado sobre si cree que hay una burbuja en los mercados, Draghi ha admitido que la entidad es muy consciente de que podrían emerger ciertos riesgos. Estamos viendo situaciones locales concretas que nos hacen pensar que los precios se encuentran descontrolados pero no supone un riesgo para nuestra política monetaria. ¿Suficientes para incrrementar el programa de compras de bonos? No. La política monetaria actual es suficiente para alcanzar nuestros objetivos y, de hecho, está condicionada  a ser implementada en su totalidad. Si hubiera otros factores que crearan una situación incómoda parar nuestra política monetaria, si fuera necesario pensaríamos en modificar el programa de compras. 

¿Hay posibilidad de que el QE acabe antes de lo esperado? Draghi reconoce que no estarán contentos con conseguir una inflación al 1% pues el objetivo está en el 2%. "Los programas han sido acordados, algunas se han llevado a cabo y otras no. 

Sobre la eurocrisis, señala que "empezó en otras jurisdicciones, donde la regulación financiera era muy débil, con menores exigencias de apalancamiento... la crisis subprime se debió a falta de supervisión". "No sé de dónde vendrá la próxima crisis, pero tenemos que asegurarnos de hacer nuestra industria financiera más robusta.