
De izquierda a derecha: Mauro Gil, responsable de Proyecto I+D de Indra; Alfonso González de León, socio de Vinces; Josefina de la Fuente, CEO de Opus RSE; Rocío Viruega, gerente de Smart TICs de Syltec; Carles Fuentes, gerente de Proyectos y Estudios de Tecnología de Autopistas; José Jiménez, director de Producto, Alianzas y Financiación Pública de MasOrange; Javier Santaella, Innovation Project Manager de Cellnex y Xavier Daura, director de innovación de Autopistas (Abertis).
El consorcio formado por MasOrange, Autopistas (filial de Abertis en España), Abertis Mobility Services, Cellnex, Indra, Opus RSE, Vinces y Alpha Syltec Ingeniería ya muestra los primeros resultados de su proyecto “Control de la Movilidad y Reducción de las Emisiones de Tráfico”, conocido como CRETA. Esta iniciativa combina redes 5G SA (Standalone), teledetección y analítica avanzada para reducir la huella medioambiental y gestionar el tráfico de forma más eficiente y sostenible.
Mauro Gil, responsable de proyectos I+D de Indra, afirma que “CRETA nace con el objetivo de promover una movilidad más sostenible, eficiente y justa, mediante un sistema de gestión inteligente del tráfico que integra tecnologías avanzadas como 5G, Mobile Edge Computing (MEC), inteligencia artificial y comunicación vehículo-infraestructura (V2X)”.
En la misma línea, Carles Fuentes, gerente de Proyectos y Estudios de Tecnología de Autopistas, afirma que el objetivo en el contexto de las autopistas es “desarrollar un sistema inteligente de gestión del tráfico que permita reducir las emisiones y mejorar la eficiencia en el transporte, utilizando tecnologías como 5G, medición remota de emisiones y análisis avanzado”. “Este proyecto busca optimizar el flujo vehicular y controlar las emisiones individuales de los vehículos, promoviendo una movilidad sostenible”, asegura.
Con una financiación europea de 2,7 millones de euros a través de NextGenerationEU y el programa UNICO 5G, el proyecto CRETA permitirá cumplir con la normativa que exige que a partir de 2026 al menos el 30% de la flota se someta a mediciones remotas de emisiones. Gil, resalta que “a nivel europeo existe un compromiso para reducir las emisiones y ya avanzamos hacia una movilidad más sostenible.

Tres ciudades estratégicas
Para validar sus capacidades, CRETA se despliega en tres entornos con retos distintos, desde el acceso a las ciudades hasta el control transfronterizo.
- Movilidad interurbana y acceso a las ciudades (C32 en Barcelona): tarificación variable en el acceso a la ciudad de los vehículos en función a su emisión individual. Es el primero de los pilotos y según Fuentes “ya ha presentado las primeras conclusiones de sus pruebas, que ponen de manifiesto que la aplicación de sistemas de gestión dinámica de la movilidad en función de las emisiones reales de cada vehículo no solo optimiza el flujo del tráfico, sino que también incentiva el uso de vehículos menos contaminantes”. Por su parte, Josefina de la Fuente, CEO de Opus RSE, “los dispositivos instalados llevan operativos cerca de un año, acumulando más de 5.000 registros diarios por sensor en la C-32”.
- Gestión de la movilidad urbana y zonas de bajas emisiones (Madrid). sistema global de monitorización, análisis y gestión inteligente de la movilidad urbana para el control de accesos a las ZBEs según los trayectos de los vehículos, su clasificación, el número de ocupantes y las emisiones reales.
- Control transfronterizo y pago por contaminación (Irún). En el paso transfronterizo se comprueban las capacidades de CRETA para discriminar a los vehículos pesados en función de sus emisiones reales y activar alertas en tiempo real si se detectan vehículos sospechosos de haber sido manipulados.
Un gran ecosistema empresarial
MasOrange es el líder del proyecto y aporta su conectividad avanzada 5G SA, fundamental para la supervisión del tráfico rodado. Esta red además de garantizar una latencia inferior a los 5 milisegundos y una fiabilidad superior al 99,9%, está diseñada para entornos urbanos densos: permite conectar más de un millón de dispositivos por kilómetro cuadrado y alcanzar picos de transmisión de hasta 20Gbps. Con ello, se asegura la transmisión simultánea de vídeo de alta definición, telemetría de sensores, datos LIDAR y comunicaciones vehiculares, sin interferencias ni saturaciones.
“5G SA es una pieza clave para proyectos de supervisión avanzada del tráfico rodado”, asegura José Jiménez, director de Producto, Alianzas y Financiación Pública de MasOrange. “Con esta tecnología, sensores en vehículos, cámaras o semáforos pueden intercambiar información en tiempo real. Por ejemplo, se puede enviar de forma inmediata un mensaje a un vehículo que está produciendo emisiones muy altas para indicarle que debe reducir la velocidad o evitar el acceso a una Zona de Bajas Emisiones”.
Pero la contribución de MasOrange va aún más allá de la conectividad. La compañía ha desplegado nodos de computación perimetral (Mobile Edge Computing) integrados directamente en el entorno vial, lo que permite procesar vídeo e inteligencia artificial in situ, sin pasar por servidores centrales. Esto agiliza acciones automáticas como el encendido de semáforos, el envío de instrucciones de ruta o la identificación en tiempo real de un vehículo contaminante o implicado en una infracción.

Además, la tecnología 5G SA incorpora de forma nativa funcionalidades específicas V2X (Vehicle to Everything) y, gracias al uso de network slicing, MasOrange puede garantizar que ciertos tipos de mensajes lleguen con la máxima velocidad, incluso en momentos de máxima carga de red.
Por su parte, Indra será la empresa encargada de implementar un sistema de tarificación y un sistema de gestión avanzada de la movilidad. A través de nodos de Mobile Edge Computing, integra estos datos en tiempo real y aplica algoritmos de predicción de atascos y tarificación dinámica. Gil destaca que “gracias a estas tecnologías, el proyecto permite analizar en tiempo real las emisiones reales de los vehículos en circulación, anticipar atascos y aplicar tarificación dinámica según parámetros como el nivel de emisiones, la ocupación, el tipo de vehículo o el trayecto recorrido”. “Esto facilita una toma de decisiones más eficiente, precisa y justa, y contribuye a reducir emisiones, mejorar la calidad del aire, descongestionar el tráfico y fomentar una movilidad más equitativa, con beneficios claros y transversales tanto para el medioambiente como para la salud y el bienestar de las personas”.
Abertis Mobility Services (AMS) aporta su plataforma de peaje free-flow y sistemas de tarificación variable, mientras Autopistas (Abertis) lidera el piloto de Barcelona: sus algoritmos reducen congestión, emisiones y riesgo de accidente, y próximamente lanzarán recomendaciones de velocidad a través de la app AWAI. “Hemos desarrollado algoritmos capaces de reducir la congestión, las emisiones y el riesgo de accidente, y pronto iniciaremos pruebas de recomendación de velocidad vía AWAI”, apunta Fuentes.
Opus RSE, laboratorio acreditado ISO17024, ha instalado una tecnología capaz de medir las emisiones contaminantes presentes en cada vehículo que se encuentra en circulación. Tal y como explica Josefina de la Fuente, CEO de Opus RSE, “el piloto es una vía de dos carriles con velocidades medias registradas en torno a los 100km/h. Es un equipo autónomo que se autocalibra periódicamente y es capaz de medir en torno a 5.000 registros diarios”.
Cellnex, a través de Tradía, se encarga del despliegue y la gestión de infraestructuras y ha habilitado comunicaciones vehiculares c-v2x en los tramos del piloto de Barcelona C-32 con el objetivo de digitalizar las carreteras y habilitarla para la IA, que apoye los servicios de movilidad centrados en la reducción de la contaminación y el desarrollo del vehículo conectado y/o autónomo. Para Javier Santaella, Innovation Project Manager de Cellnex, “la interconexión entre vehículos y la red móvil es el elemento clave que hace posible una movilidad verdaderamente inteligente”. “Gracias a tecnologías como C-V2X, los vehículos pueden comunicarse en tiempo real con su entorno a través de redes móviles avanzadas como el 5G, lo que permite anticipar riesgos, optimizar rutas y mejorar la seguridad vial. Esta conectividad continua y de baja latencia no solo potencia la eficiencia del tráfico, sino que también garantiza que los servicios críticos funcionen incluso en zonas con cobertura limitada”.
Syltec desarrollará nuevos algoritmos para predecir la movilidad urbana y su impacto en la calidad del aire. Para ello, ha desarrollado un simulador avanzado basado en Unityque permite recrear escenarios urbanos realistas. Este entorno virtual estima el tráfico mediante modelos estadísticos, parametriza su comportamiento según la composición del parque vehicular real de la zona y asigna velocidades coherentes con las condiciones específicas del entorno, simulando dinámicamente su circulación en distintos contextos.
Como explica Rocío Viruega, gerente de Smart TICs en Syltec, “en el proyecto CRETA, el volumen de tráfico y la tipología de vehículos se determinan a partir de un sistema que combina inteligencia artificial con simulación gráfica. Partimos de condiciones de entrada definidas por el usuario, como hora del día o meteorología, y, mediante datos históricos, un modelo de IA asigna atributos concretos a cada vehículo. A partir de ahí, aplicamos un modelo XGBoost que calcula la media y desviación estándar de la velocidad esperada según cada tipo de vehículo. Esto nos permite generar distribuciones normales y dotar a la simulación de un comportamiento realista y detallado”.
Una vez construido el escenario, la herramienta permite simular el tráfico incorporando variables dinámicas como cortes de carril o recomendaciones de velocidad. Finalmente, se aplica el modelo COPERT, enriquecido con datos reales recogidos in situ por Opus RSE, y se ajustan los resultados mediante algoritmos de machine learning entrenados para adaptarse a condiciones locales. Esta combinación permite estimar las emisiones de forma mucho más precisa que los métodos convencionales, acercando la simulación a las condiciones reales del entorno.
Vinces aporta su experiencia en consultoría de asuntos públicos y regulación para transformar los datos de emisiones (obtenidos a través de tecnologías como el 5G, RSD, la analítica avanzada o la inteligencia artificial) en políticas públicas basadas en datos, y en iniciativas de calidad del aire más ajustadas a la realidad del parque circulante, uno de los sectores más contaminantes de nuestro tiempo. Su equipo analiza el marco político regulatorio y diseña una propuesta jurídico- normativa para garantizar la inclusión de previsiones normativas que permitan políticas que consideren la medición remota de las emisiones de tráfico y la analítica avanzada e IA. Estos sistemas de medición empírica de las emisiones reales del tráfico rodado permitirán a las Administraciones públicas llevar a cabo un control efectivo de las emisiones del tráfico e identificar a los vehículos clasificados como “grandes contaminantes”, para promover la sustitución del parque móvil hacia opciones más sostenibles.
En España, se estima que alrededor del 1% de la flota de vehículos en circulación es responsable de hasta el 40% de todas las emisiones producidas por el tráfico rodado. Los vehículos grandes emisores no responden necesariamente a una categoría ni a una antigüedad determinadas. De hecho, se estima que hasta un 15% de vehículos que emiten alrededor de 200 veces más que un vehículo normal tiene menos de 5 años, y tienden a estar desajustados, averiados o manipulados ilegalmente. A través de los sistemas de medición empírica de las emisiones reales del tráfico rodado, las Administraciones Públicas pueden llevar a cabo un control efectivo de las emisiones del tráfico e identificar a los vehículos clasificados como “grandes contaminantes”, para promover la sustitución del parque móvil hacia opciones más sostenibles.
A nivel europeo, se están produciendo avances en este sentido. La propuesta de Directivas 2025/0096 y 2025/0097 de la Comisión Europea (Roadworthiness Package) introduce la obligación para todos los Estados miembros de utilizar técnicas de teledetección (Remote Sensing) para medir emisiones y ruido de al menos el 30% de su flota circulante. Estas mediciones deben identificar a los “grandes emisores” lo que dará lugar a inspecciones en carretera.

