Es más, el 90% de los grandes patrimonios del mundo desaparecen cuando llegan a los nietos, es decir, a la tercera generación.
No es de extrañar, si se tiene en cuenta que según US Trust en Estados Unidos, por lo menos, la mayor parte de las familias que cuentan con una fortuna de más de 3 millones de dólares reconocen que no han educado bien a sus vástagos para recibir semejante herencia.
Según una columna de opinión publicada hace unos días en Reuters, alrededor de un 78% de las familias asumen que sus herederos no están lo suficientemente preparados como para gestionar su patrimonio.
Unos datos muy coherentes con el hecho de que el 64% de ellos no han dicho a sus hijos nada sobre su riqueza, ni a cuánto asciende, ni qué es exactamente lo que van a recibir.
Según estos expertos hay varias razones que justifican esta falta de comunicación. La gente de clases más altas no están acostumbrados a hablar de dinero, al menos en el entorno familiar. Además, muchos de ellos creen que si sus hijos supieran de cuánto dinero van a disponer una vez hayan heredado, se volverán vagos y prepotentes. Es más, creen que hay posibilidades de que si hablan sobre su patrimonio parte de esta información podría filtrarse.
En opinión de estos expertos esto no tiene por qué ocurrirle a su familia y le recomiendan seguir estos pasos:
1- Hable pronto y a menudo de su patrimonio: Si no lo hace usted no estará haciendo más aplicado a sus herederos, sino que los estará haciendo más ignorantes.
2- Negocie su testamento: Muchos consultores financieros creen que hay que poner este asunto sobre la mesa cuanto antes mejor para que luego no haya ningún tipo de problema entre herederos. Dígales a sus hijos nietos qué le corresponde a cada uno y por qué.
3- Establezca una hoja de ruta: Tiene que dejar claro a su familia qué han de hacer con su fortuna, cuáles son los objetivos de ese dinero, de sus negocios. Dejarles claro cuál es su voluntad.
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