Los máximos de las bolsas nos plantean una pregunta. ¿Está cara la renta variable? ¿Más en Estados Unidos que en Europa? Cuál es tu opinión
La última vez que se calcularon valoraciones para el mercado americano y el mercado europeo, las valoraciones del mercado europeo eran ligeramente más favorables, ya que el mercado americano estaba ligeramente sobrevalorado, mientras que Europa estaba ligeramente infravalorada. Sin embargo, no había una gran diferencia de valoración entre ambos.
Es verdad que, desde los mínimos del mes de abril, Wall Street ha corrido mucho más que el mercado europeo, lo que ha provocado una especie de efecto de convergencia entre ambos. También se observa una compresión de valoraciones a nivel de sectores, pues tampoco hay tanta diferencia de valoración entre los sectores, tanto en Estados Unidos como en Europa.
Lo que sí que hay son diferencias importantes de valoración a nivel de compañías. Por ejemplo, al mirar el S&P 500 y centrarse en las 10 primeras posiciones, se aprecian grandes diferencias. Para nosotros, por ejemplo, Tesla parece muy cara, con una valoración de una estrella, ya que nuestro sistema de *rating* de acciones mira el potencial de crecimiento futuro; mientras que acciones como Microsoft o Amazon tienen muchísimo más recorrido, con cuatro estrellas. Esto realmente es un juego de stock picking, y a nivel de valoración se ven diferencias muy importantes a nivel de compañías.
La semana que viene llega la Fed con potencialmente más rebajas de tipos como espera el mercado. Con ese contexto de cara a fin de año ¿en qué nos fijamos a la hora de invertir? ¿Qué activos y a qué plazos debemos mirar?
Es verdad que la Fed tiene un margen de maniobra que quizás no tiene el Banco Central Europeo, aunque el BCE también podría bajar los tipos de interés en su próxima reunión, es mucho más probable que lo haga la Fed. Aunque la expectativa de bajada de tipos de interés ya esté incorporada en los precios, se cree que queda un final de ciclo alcista que puede ser interesante y que se puede prolongar mucho más allá del rally de Navidad.
En este entorno de bajada de tipos de interés, de aumento de la liquidez por parte de la Reserva Federal, de unos beneficios empresariales que están sorprendiendo positivamente, y de los flujos que siguen llegando a la renta variable americana, el mercado puede seguir subiendo perfectamente más allá del típico rally de Navidad. Por lo tanto, la recomendación es centrarse más en renta variable que en renta fija.
Ya en el 2026, se cree que habrá que rotar más hacia renta fija y abandonar un poco la renta variable. El rally desde mediados o principios del mes de abril ha sido realmente espectacular; el Nasdaq, por ejemplo, ha subido casi un 40% en seis meses. Aunque es lógico que el mercado se tome un pequeño respiro para digerir esa gran subida, todavía le queda gasolina para seguir subiendo, por lo que se estaría más pendiente de la renta variable que de la renta fija en este entorno de mercado.
A tu juicio ¿Ha terminado ya 2025, desde el punto de vista de los mercados? ¿Hay que ir ya preparando las carteras para lo que nos ha de venir tras este año tan bueno, o es todavía pronto para hacerlo?
Se considera que queda margen, pero más allá del ejercicio, ya que, aunque se tiene la tendencia a analizar las rentabilidades de las carteras en años naturales, hay que mirar un poquito más allá del final de año. Sigue habiendo gasolina para las bolsas, especialmente a nivel de flujos, que es lo que alimenta las subidas bursátiles, con flujos importantes hacia la renta variable americana y también europea.
De cara al 2026, lo que hay que mirar son los datos de empleo, ya que lo que puede un poco descarrilar este rally o este final de ciclo bursátil son los datos de empleo. Es verdad que de momento hay pequeñas señales, como el deterioro del mercado laboral, pero no se puede decir que se está a las puertas de una recesión mirando los datos duros. Aunque hay muchas compañías anunciando despidos, a nivel global el mercado laboral está aguantando, pero tampoco se sabe hasta dónde puede aguantar, ya que esto puede empeorar rápidamente.
Por ello, hay que estar pendiente de los datos macro de empleo, por si viene una recesión, y si viene, hay que girar el barco prácticamente 180 grados, es decir, volver la mirada hacia la renta fija y olvidarse de la renta variable. Pero la visión es que es un poco pronto para hacerlo. A pesar de la gran subida desde los mínimos del mes de abril, que hay que digerir, el mercado está aguantando bastante bien las caídas recientes.
Hay que seguir mirando renta variable de cara a este final de rally que ha sido muy rentable, con rentabilidades para el mercado americano en dólares cercanas al 15% anual en los últimos 10 años, una rentabilidad muy superior a la media histórica a pesar de baches importantes como la crisis inflacionaria de 2022 y la crisis del COVID en 2020.

