Por Jenny Jones Directora de Renta Variable de Pequeñas y Medianas compañías norteamericanas.Además, nuestro equipo de inversión estadounidense cree que esta recesión no será corta. Recientemente, hemos consultado un estudio realizado por Citigroup, que analiza las nueve recesiones que han tenido lugar en EE.UU. desde 1953. Según este estudio, en el mejor de los casos, la duración de la recesión fue de 126 días de negociación, y en el peor, de 337 días. La duración media fue de 216 días. De modo que, si aplicamos esto a la situación actual en EE.UU. y asumimos que se trata de una recesión "dentro de la media", ésta se prolongaría aproximadamente hasta octubre (216 días de negociación desde el 31 de diciembre de 2007) y el mercado debería tocar fondo ahora, más o menos. Según esta consideración, podríamos haber dejado ya atrás lo peor y, por ello, es importante que nos posicionemos para capturar las ganancias de cualquier posible repunte en los mercados. Ya vimos una mejoría en abril, cuando los índices S&P 500 y Russell 2500 registraron rentabilidades del 4,9% y del 5,4%, respectivamente. ¿Qué significa todo esto para los valores estadounidenses?
Las valoraciones de los mercados de renta variable y las previsiones de beneficios actuales están generando una nueva serie de preguntas. Aunque las previsiones de beneficios han bajado considerablemente para el primer trimestre de 2008, los analistas todavía esperan unos beneficios sólidos en todos los sectores en el segundo semestre del año. Creemos que estas previsiones tendrán que reducirse en última instancia, lo que generará, probablemente, más volatilidad a medida que nos acerquemos a la temporada de presentación de resultados del segundo trimestre en julio. Las valoraciones absolutas han subido en abril para los valores de pequeña y mediana capitalización, sin embargo, están aún más lejos de los máximos registrados en julio del año pasado. Esto nos proporciona cierto consuelo con respecto a la valoración general del mercado, e indica que hay más oportunidades de inversión con una valoración atractiva que las que había en el verano de 2007.