José Luis Cava comienza apoyándose en un gráfico en el que se recoge la opinión de economistas muy importantes de casas de valores muy prestigiosas. “Todos ellos piensan que el Banco Central Europeo no cortará los tipos de interés antes de junio de 2024”.
Relacionándolo con la situación económica de Estados Unidos, el experto deja claro que hay tres escenarios: “El primero es el del aterrizaje suave, que es la tesis dominante entre la mayor parte de los economistas, incluso del propio sistema de la Reserva Federal. Otra tesis es del aterrizaje brusco, que aún no se ha dado. Y luego está la tesis del no aterrizaje”.
En esta última se centra hoy el analista. “Sabemos que en el año 2022, la mayor parte de los economistas consideraban que lo más probable es que la economía de Estados Unidos entrase en recesión. Sin embargo, no sucedió así. No se desaceleró y se reactivó. Vimos cómo el S&P 500 hizo suelo en octubre de 2022 y a continuación inició una tendencia alcista, que es la que nos encontramos ahora mismo”.
La cuestión que se plantea es, ¿qué sucedería si nos encontrásemos con que a pesar de las fuertes subidas de tipos de interés, ahora la Fed no consiguiera controlar la inflación? “En este caso, lo más lógico sería que subiera los tipos de interés. Y ahí sí que nosotros consideraríamos que el escenario del aterrizaje brusco cobraría una gran importancia. En este sentido ya sabemos que el mercado laboral se está deteriorando, ya estamos viendo como el índice de impagados de las tarjetas de créditos en Estados Unidos está marcando récord histórico. Sabemos que los bancos regionales estadounidenses están al borde del abismo, e incluso hemos visto como en Europa se han disparado. En Alemania se han disparado las quiebras y suspensiones de pago”.
Por lo tanto, en opinión del analista, solamente con que mantenga los tipos de interés al nivel actual, la probabilidad de que la economía de los Estados Unidos sufra una recesión brusca es “muy importante". Ahora bien, añade que “es indudable que la Fed ni el BCE van a recortar los tipos antes de junio de 2024, salvo que se produzca un cisne negro, un acontecimiento inesperado que provoque un shock de la economía”.
La pregunta que se hace ahora es, este escenario de no aterrizaje ¿es bueno o malo? ¿Es alcista o bajista para las bolsas? “Desde el punto de vista de las bolsas nosotros creemos que no es alcista, pero tampoco creemos que sea bajista. Por lo tanto, creo que apoya la tesis de un movimiento lateral”.
En cuanto al S&P 500, lo primero que tiene en cuenta Cava es que el pasado viernes se produjo “una enorme expiración de contratos de futuros y de opciones en la triple hora bruja”. Esto, siguiendo su palabras, supuso que desapareció una gran cantidad de call gamma. “Había una pequeña porción de put gamma, pero lo que dominó fue la call gamma, que desapareció”.
Cuando eso sucede nos encontramos que los mercados se desestabilizan y los valores más volátiles acentúan sus caídas. ¿Cuánto tiempo suele durar este período de inestabilidad? “Creo que entre el viernes y el lunes ya lo solucionan, hasta que ya veamos los datos del nuevo posicionamiento y cómo se estructura la call gamma y la put gamma”.
Fijándose en el siguiente gráfico, el experto apunta que “hemos dibujado una recta directriz bajista uniendo los máximos que ha marcado el S&P 500, y si se fijan en detalle, justamente cuando el índice llegó el viernes a ese nivel ahí salió papel. Se ve claramente que esa recta es significativa, ha sido tocada varias veces y de momento es un muro. Ahora bien, si fuese superada nos daría una clara señal alcista”.
También se fija en el Nasdaq y más concretamente en el ETF que tiene como nemónico QQQ, también ha dibujado una clara recta directriz bajista, y cuando ha llegado ahí también se ha parado. ¿Qué espera en el corto plazo? “Nosotros creemos como escenario más probable que rebote. Si nos fijamos en el gráfico, se observa que ha llegado a la zona 4.440, ahí de momento se ha parado y nosotros hemos trazado una resistencia entre 4.470 y 4.477. Mientras el S&P 500 se mantenga por debajo de 4.477, nosotros vamos a mantener en una predisposición bajista”.
¿Hasta qué nivel? “Nosotros creemos que, en tanto en cuanto el S&P 500 se mantenga por debajo de 4.477, el objetivo está en 4.418”.
Y para acabar, se centra en el triple Q. “Respetó el viernes el soporte de la zona 370, lo más probable es que ahí rebote, pero en la zona 365 tenemos un soporte gráfico y también pasa la paralela a la recta directriz bajista que hemos trazado con una línea discontinua. Por lo tanto, en conclusión, en tanto en cuanto el S&P 500 se mantenga por debajo de 4.477, vamos a considerar como objetivo más probable 4.418 para el S&P 500 y los 365 para el triple Q”, finaliza.