Con que deje de caer la demanda privada, ya es suficiente. Me restará el gasto del Estado, que tiene que seguir cayendo, pero tampoco restará tanto el sector constructor e incluso podemos ver cierta compensación en la balanza exterior. Simplemente con que me sumen algo, me da la cifra anual por debajo de una décima.

Este año es un año de bancos centrales. La mejora de Europa vendrá por la ayuda de la entidad monetaria. Prevemos que haya una caída del tipo repo del 0.25 al 0.10 que aprovecharía par aun -0.10% en la tasa de descuento, en el primer-segundo trimestre. Además, podría haber más líneas de política no ortodoxa, conceder dinero a los bancos pero obligando a que no sea para compra de deuda pública sino para financiera a pymes y familias.

Las dudas las tiene el BCE porque es la primera vez que obligará a los bancos a que tiene que ser dinero para financiar economía privada. En ese sentido, hasta que no veamos la demanda de los bancos, difícilmente podremos hacer previsiones porque no tenemos referencias.

Los efectos positivos es que pueden acelerar durante la primera pate del ejercicio podría financiarse el Tesoro más fácil y acelerada. Las previsiones de 0.25-0.50 se salen de la media, pero nadie esperaba que las letras estuvieran prácticamente a cero y las estamos teniendo.

El cartel luminoso ya está, para todo lo que son empresas no cotizadas hay mucho dinero, se están comprando las inmobiliarias y lo importante es que eso continúe y que lo sigamos teniendo para el próximo año.