¿Podría comentarnos vuestras perspectivas de los mercados de cara a este año?
Nosotros vemos que el mercado está reaccionando a los tipos al alza y a una desaceleración del crecimiento. Estamos viendo un comienzo de año que está mostrando un desorden global no sólo en la parte de renta variable sino también en el mercado de bonos. Por un lado vemos que el aumento de tipos desinfla las valoraciones de los activos de riesgo y además la desaceleración del crecimiento supone unos flujos de caja inferiores a lo esperado y, por lo tanto, puede ser decepcionante a medida que aumenten los costes. También hemos empezado el año hablando mucho más de la inflación que hace unos meses, cuando la veíamos más transitoria, y parece que ya no lo es tanto y la situación geopolítica actual  con el conflicto entre Rusia y Ucrania nos hace estar pendientes de cómo evoluciona pues eso afecta a la economía a nivel global. Además no hay que dejar de nombrar la situación de estanflación pues los bancos centrales tendrán que decidir si suben tipos para combatir la inflación ante unas cifras de crecimiento económico no tan positivas como las estimadas antes del conflicto. Es un año con bastante incertidumbre en el que tenemos que estar muy pendientes de las decisiones de los Bancos Centrales que hace que sea muy importante la diversificación mirando la calidad de las empresas. 

En este contexto que comentas ¿qué estrategia nos podría destacar para conseguir diversificación en las carteras?
Una estrategia que es bastante defensiva y que añade descorrelación y diversificación a las carteras es Nordea 1 Stable Return Fund que es un fondo mixto moderado que por su estrategia en sí como por su posicionamiento y su historia tiene todo el sentido para un entorno como el actual. Este fondo destaca por combinar distintas estrategias, renta fija – renta variable y divisas, buscando como objetivo una rentabilidad interesante y estabilidad y protección del capital independientemente del ciclo económico en que nos encontremos.  La parte de renta fija tiene control y flexibilidad en la parte de duración y crédito mientras que en renta  variable está enfocada no sólo a un puro estilo de inversión , como el crecimiento, sino  diversificación  con exposición a value y renta variable de más calidad y baja volatilidad. El fondo tiene una beta alrededor de 1 que permite captar algo de la subida de renta variable en momentos alcistas pero sobre todo protege la cartera en momento de caídas del mercado. 

¿Cuál ha sido el comportamiento de esta estrategia en el último periodo?
Lo importante es fijarnos no sólo en un período sino ver la rentabilidad histórica. En el caso de este fondo, en un 2021 el mercado no reaccionó de forma negativa y el mercado fue muy alcista tuvo un ratio de captura de rentabilidad de en torno al 50% batiendo a sus competidores de Morningstar y dando un retorno interesante en términos de rentabilidad y riesgo. Por tanto, un año para demostrar que la estrategia defensiva que tenemos en renta fija no solo nos aportaron rentabilidad y nos permitieron mitigar las caídas sino que aportaron una rentabilidad extra en momentos de subidas de mercado sin mermar la rentabilidad que aportó la renta variable en cartera. 

Y mirando este 2022, ¿qué podemos esperar del fondo?
Esperamos mayor volatilidad, incertidumbre, estar pendientes de la inflación, el crecimiento y la geopolítica, que creemos que marcará este año. En este escenario este posicionamiento con sesgo más descorrelacionado, más diversificado y sobre todo estando preparados para un entorno complicado de mercado tiene todo el sentido. En este fondo contamos con duración gestionada de forma activa y con divisas que son fuentes complementarias  a la duración al igual que una exposición defensiva a renta variable.