¿Cómo ha evolucionado la estrategia de fusiones y adquisiciones de Arteche en el último año?
En el último año, la evolución ha sido bastante positiva en lo que respecta a las fusiones y adquisiciones dentro de nuestra compañía. Lo más relevante es que este avance está completamente alineado con el plan estratégico que hemos definido para el periodo 2024-2026.
Estamos apostando por un crecimiento inorgánico selectivo, es decir, buscamos oportunidades que no solo generen valor y sinergias, sino que además incorporen un alto componente tecnológico. Sobre todo, nos enfocamos en operaciones que contribuyan a la sostenibilidad y continuidad del negocio a largo plazo.
Arteche es una compañía con 80 años de trayectoria en el mercado, y nuestra intención es continuar otros 80. Por eso hablamos de una estrategia de crecimiento inorgánico pero cuidadosamente selectiva.
En este sentido, hemos tenido varias novedades. A finales de 2024, entramos en el capital de una compañía finlandesa llamada Teraloop, que cuenta con una tecnología patentada muy interesante basada en volantes de inercia. Esta tecnología tiene aplicaciones clave en el ámbito de la red eléctrica, específicamente en soluciones para la estabilidad e inercia de los sistemas eléctricos.
Recientemente, hemos anunciado la adquisición del 100% del capital de la empresa española RTR Energía, lo que representa un gran paso para reforzar nuestra propuesta de valor en uno de los pilares fundamentales definidos en nuestro plan de crecimiento: la confiabilidad de las redes.
Por último, hemos comunicado la creación de una joint venture en colaboración con Ikerlan y Mondragón, enfocada en el desarrollo de soluciones innovadoras en electrónica de potencia. Esta alianza es especialmente relevante, ya que estamos hablando de tecnología que responde a las necesidades futuras del sistema eléctrico: redes más resilientes, confiables, con mejor calidad de energía y, sobre todo, sostenibles, capaces de aprovechar al máximo la potencia del sistema.
Sobre la adquisición de RTR Energía. ¿Cómo afectará la planta de 10.000 m 2 en Madrid a su capacidad de producción global?
Se trata de una adquisición muy importante, no solo por las capacidades industriales que incorpora, sino por su impacto estratégico en varias dimensiones clave para Arteche.
En primer lugar, Arteche es, ante todo, una empresa industrial. Siempre lo hemos sido, y entendemos que las capacidades industriales son fundamentales para seguir reforzando dos de nuestros valores diferenciales: la cercanía al cliente y la flexibilidad. Con esta operación, estamos logrando que nuestros mercados de Oriente Medio, África y otras regiones de exportación puedan contar con una base industrial que nos permita responder con esa cercanía y flexibilidad.
Por otro lado, esta adquisición también tiene un componente tecnológico muy relevante. Con RTR Energía hemos incorporado conocimiento especializado y tecnología en el ámbito de los capacitores, un elemento clave dentro de nuestras soluciones para la calidad de energía. Gracias a ello, no solo ampliamos nuestro portafolio, sino que también lo adaptamos a las necesidades actuales del mercado.
Esta adquisición representa una apuesta estratégica para fortalecer nuestra unidad de negocio enfocada en calidad de energía y nos permite seguir creciendo a nivel internacional.
¿Qué va a aportar la alianza con Mondragon, junto con Ikerlan al proyecto AMETS?
En este proyecto tenemos la unión de tres activos estratégicos. Por un lado, contamos con Ikerlan, un referente tecnológico en el desarrollo de electrónica de potencia. Por otro lado, el binomio entre Mondragon y Arteche, que es muy sólido desde el punto de vista productivo. Y finalmente, en el extremo de la cadena de valor, está Arteche como marca consolidada en el mercado, con una amplia red comercial internacional: tenemos presencia en más de 175 países y estamos homologados por más de 1.500 utilities a nivel global.
Esta combinación de tecnología, capacidad industrial y acceso al mercado representa una propuesta sumamente potente. ¿Qué buscamos? Fundamentalmente, el desarrollo de capacidades innovadoras en electrónica de potencia.
¿Y qué significa la electrónica de potencia? Se trata de aplicaciones que desarrollan productos como, por ejemplo, los STATCOM (compensadores estáticos síncronos), que se conectan a la red eléctrica para mejorar su estabilidad. Estos dispositivos permiten controlar niveles y variaciones en los parámetros eléctricos de la red, filtrar ruidos mediante la eliminación de armónicos y optimizar el rendimiento del sistema.
El sistema eléctrico necesita a día de hoy redes más confiables capaces de integrar de manera eficiente las energías renovables. Por tanto, esta alianza representa una apuesta por el futuro, y con estas alianzas, estamos hablando de una apuesta ganadora con un gran potencial tecnológico.
¿Cómo van a afectar estas operaciones al negocio de fiabilidad de la red de Arteche?
Las operaciones afectan positivamente, y me gustaría explicarlo a través de lo que llamamos internamente nuestro “sistema de confiabilidad de redes”. Para visualizarlo de forma más gráfica, es como si visualizamos un círculo dividido en cuatro cuadrantes.
En el primer cuadrante, tenemos las soluciones de Arteche centradas principalmente en el conexionado de redes eléctricas y parques renovables. A esto hemos añadido un segundo nivel con la incorporación de RTR Energía, lo que supone sumar tecnología, capacidad industrial y una gama de productos más amplia, completando así una gama completa.
En los otros dos cuadrantes se integran: por un lado, Teraloop, con su tecnología de volantes de inercia, que representa una clara apuesta de futuro para la estabilidad de los sistemas eléctricos; y por el otro, las soluciones de electrónica de potencia.
El resultado de todo este ecosistema es una base sólida para el crecimiento futuro de nuestro negocio. Estamos combinando tecnología con capacidades industriales, añadiendo soluciones con impacto a corto plazo, pero sobre todo construyendo una tecnología para darle sostenibilidad en el largo plazo.
Este ha sido, sin duda, uno de los grandes retos de nuestra estrategia de crecimiento inorgánico selectivo. No se trata simplemente de adquirir empresas de forma aislada (como en el caso de Izuma), sino de construir una visión integrada y coherente. Ese conjunto es lo que realmente le da sentido a nuestra estrategia y lo que consideramos la base del crecimiento futuro.
¿Qué hitos tecnológicos están marcados en los próximos 12 meses tras la alianza con Tecnalia?
Estamos realmente muy satisfechos con el acuerdo marco que recientemente hemos firmado con Tecnalia, y me gustaría darle un poco de contexto. En Arteche hemos desarrollado un ecosistema de innovación que actualmente reúne a más de 150 colaboradores, incluyendo universidades, centros tecnológicos... Esta red nace de una necesidad clara: aunque la innovación siempre ha formado parte de nuestro ADN, queríamos potenciar y ampliar esa red de innovación.
Uno de estos actores sin duda es Tecnalia, y por eso decidimos dar un paso más allá y firmar este contrato marco que busca trabajar en cuatro áreas. La primera que tiene que ver con gestión de activos, que ese es uno de los temas que desde Arteche teníamos identificado en nuestro plan estratégico.
La segunda está relacionada con algoritmos y software para sistemas de control y protección de subestaciones, una tendencia clara hacia el futuro.
La tercera está orientada a la ciberseguridad, un aspecto fundamental para hacer frente a los desafíos a los que se enfrentan las redes eléctricas y finalmente, la economía circular.
Además, este acuerdo no solo se limita al desarrollo tecnológico sino que también tenemos muy en cuenta el talento. No estamos hablando una colaboración de simplemente desarrollar esta tecnología, sino que a través de este acuerdo lo que estamos buscando es que el talento y las personas que participen de alguna forma se puedan incorporar también al proyecto de Arteche.
Esta colaboración nos va a permitir acelerar nuestros ciclos de desarrollo e innovación, reduciendo significativamente el time to market. Queremos que nuestras soluciones tecnológicas lleguen al mercado más rápido.
¿Cómo impactan estas operaciones sobre el nivel de ingresos en el corto y medio plazo?
Me gustaría explicar primeramente lo que representa para el negocio de calidad energía. Arteche se estructura en torno a tres grandes pilares: el negocio core de transformadores de medida, el negocio de automatización de redes, y el tercer pilar, que es el de confiabilidad de redes, precisamente al que hacen referencia las operaciones que hemos comentado anteriormente.
Lo que hemos conseguido con estas incorporaciones es un cambio de fondo en el perfil del negocio. No se trata únicamente de sumar volumen o rentabilidad en el corto plazo, sino de incorporar capacidades industriales, tecnología y, sobre todo, una propuesta de valor mucho más sólida.
¿Y esto por qué es relevante? Porque hemos multiplicado por cuatro el volumen de mercado potencial. Si retomamos el círculo dividido en cuatro cuadrantes, anteriormente, con la oferta existente de Arteche en este ámbito, estimábamos un mercado potencial de alrededor de 1.000 millones de euros. Con las nuevas operaciones, ese mercado potencial se multiplica por tres o incluso por cuatro.
¿Qué quiero decir con esto? Que las oportunidades de crecimiento de corto, medio y largo plazo son enormes. Y lo más importante: todo esto está perfectamente alineado con los objetivos del plan estratégico 2024–2026, actuando como un verdadero catalizador para alcanzarlos.
¿Cómo encajan las últimas tres operaciones (adquisición de RTR Energía y alianzas con Mondragon y Tecnalia) dentro de los objetivos del Plan Estratégico “Energizing Futures Together” 2024-26?
Me gustaría comenzar explicando qué representan estas operaciones para nuestro negocio de calidad de energía. Como es sabido, Arteche se estructura en torno a tres grandes pilares: el negocio core de transformadores de medida, el negocio de automatización de redes, y el tercer pilar, que es el de confiabilidad de redes, precisamente al que hacen referencia las operaciones que hemos comentado anteriormente.
Lo que hemos conseguido con estas incorporaciones es una transformación de fondo en el perfil del negocio. No se trata únicamente de sumar volumen o rentabilidad en el corto plazo —que también—, sino de incorporar capacidades industriales, tecnología y, sobre todo, una propuesta de valor mucho más sólida y competitiva.
¿Por qué es esto relevante? Porque hemos multiplicado por cuatro nuestro mercado potencial. Si retomamos la metáfora del círculo dividido en cuatro cuadrantes, anteriormente, con la oferta existente de Arteche en este ámbito, estimábamos un mercado potencial de alrededor de 1.000 millones de euros. Con las nuevas capacidades integradas —como RTR Energía, Teralu y las soluciones de electrónica de potencia—, ese mercado potencial se triplica o incluso cuadruplica.
En definitiva, las oportunidades de crecimiento, tanto en el corto como en el medio y largo plazo, son enormes. Y lo más importante: todo esto está perfectamente alineado con los objetivos del plan estratégico 2024–2026, actuando como un verdadero catalizador para alcanzarlos.
¿Cómo encajan las últimas tres operaciones (adquisición de RTR Energía y alianzas con Mondragon y Tecnalia) dentro de los objetivos del Plan Estratégico “Energizing Futures Together” 2024-26?
La verdad es que el encaje de estas operaciones en nuestro plan estratégico es, diría, casi perfecto.
No sé si perfecto, pero si analizamos estas iniciativas desde el punto de vista de nuestro negocio y de nuestra apuesta por la tecnología, creo que el encaje es casi perfecto. Aunque nos ha llevado tiempo, vemos que este encaje es muy relevante de cara al futuro.
Estamos hablando de redes eléctricas, y cada vez más eso implica temas como digitalización, renovación y modernización de activos, y, por supuesto, sostenibilidad. Para poder lograr todos los objetivos tenemos que tener una propuesta de valor sólida y una apuesta tecnológica clara.
Y eso es exactamente lo que hemos hecho con estas tres operaciones: la adquisición de RTR Energía, la entrada en el capital de Teraloop y la creación de AMETS Power Electronics, junto con Mondragon e Ikerlan.
Cada una de ellas responde directamente a esos objetivos y encajan plenamente dentro del marco de nuestro plan estratégico Energizing Futures Together 2024–2026.
¿Qué tecnologías o sectores están analizando para posibles adquisiciones futuras?
En nuestro plan estratégico 2024–2026 hemos definido cuatro líneas de acción principales en materia de crecimiento inorgánico, que es en lo que estamos trabajando actualmente.
La primera, queremos seguir reforzando la rentabilidad y el liderazgo de nuestros negocios core, en este caso, el pilar de medida y monitorización.
Después, queremos potenciar la propuesta de valor del segundo pilar, que está enfocado en automatización de redes. Además, queremos potenciar la propuesta de valor del tercer pilar de confiabilidad de redes.
La tercera iniciativa, que tiene que ver con apostar por tecnologías futuras, que puede ser como el caso que hemos hecho en Teraloop. En este sentido, hemos puesto en marcha un vehículo específico llamado Arteche Ventures, a través del cual invertimos en startups o compañías pequeñas con alto contenido tecnológico. Más allá de simplemente sumar volumen y EBITDA, esta búsqueda de tecnología es fundamental para nuestra organización, y la estamos logrando justamente a través de este vehículo.
Por último, el cuarto eje se enfoca en el crecimiento y la expansión geográfica. Queremos seguir consolidándonos en mercados relevantes para nuestro negocio, como es el caso de Estados Unidos.
Con estos cuatro ejes seguiremos trabajando, tal como lo planteamos en el plan estratégico.
Respecto a oportunidades, puedo decir que diariamente estamos en una búsqueda activa, analizando posibles adquisiciones y alianzas en estas áreas. Sin duda, el crecimiento inorgánico seguirá siendo una de las patas fundamentales para cumplir con los objetivos de nuestro plan estratégico.

