- ¿Por qué cayeron las compañías de pequeña capitalización en 2022?

El año pasado fue realmente malo para prácticamente todas las clases de activos incluidas las compañías de pequeña capitalización, como bien dices. Estamos hablando de que fue el peor año de las ‘small caps’ desde que existen datos comparativos, fue incluso peor que el año 2008, con la crisis ‘subprime’. Evidentemente esto es como todo, muchas habrán caído con motivos pero otras sin motivos y simplemente por el efecto contagio. El año pasado hubo una acumulación de shocks desfavorables para este tipo de compañías en general y sobre todo las de crecimiento y de calidad en particular. 2022 estuvo marcado por el retorno de la inflación algo más prolongado de lo que esperábamos, el brusco endurecimiento de las políticas monetarias que desde nuestro punto de vista llegó con retraso y causó cierta agitación a nivel de tipos de interés, la guerra entre Ucrania y Rusia y su impacto en la energía, el confinamiento de China, problemas en las cadenas de suministros globales... Todos esos shocks hicieron que todos los activos cayeran pero con mayor dureza las de pequeña y mediana capitalización y como decía antes, las compañías de crecimiento y de alta calidad en este segmento sufrieron una rotación hacia valores de menor calidad y valores más defensivos que se podían beneficiar de esta subida brusca de los tipos de interés, pero ahora estamos en un momento mucho más normalizado.  

- ¿Qué pasa con las valoraciones?

Es cierto que está pronunciada rotación de la que hablaba antes desde valores de crecimiento y de calidad hacia como valores más defensivos incluso de menor calidad pues ha hecho que estos valores, este tipo de acciones de pequeña capitalización de crecimiento y de calidad coticen en muchos casos por debajo de su media histórica. Desde nuestro punto de vista estas valoraciones podrían representar un punto de entrada atractivo para aquellos inversores que tengan una visión de largo plazo porque nunca se sabe cuándo es el mejor momento, pero desde luego con perspectiva de inversión a largo plazo es un momento ideal. Nosotros lo que decimos es que muchas compañías sufrieron simplemente por ese efecto contagio pero sus fundamentales no se vieron deteriorados, por tanto simplemente esa compresión de las valoraciones que vimos el año pasado se explica en gran medida por la subida de tipos más que por una ralentización operativa de las  compañías. En el momento en el que los mercados se empiecen a fijar en los fundamentales estas compañías con buenos fundamentales resilientes a este entorno se verán beneficiadas. Ahora mismo lo que hemos visto después de un 2021 donde hubo una expansión de los múltiples y en 2020 una compresión de los múltiples ahora consideramos que las valoraciones ya están normalizadas, si bien las dinámicas operativas se mantuvieron sólidas en los 2022 y ahora mismo podemos encontrar compañías de rápido crecimiento y más anticíclicas con valoraciones más normales, compañías que tienen precios más atractivos o valoraciones más atractivas incluso algunas compañías más  cíclicas que cotizan a niveles históricamente deprimidos por lo tanto lo que decimos es que  aquellos inversores con una visión de largo plazo van a encontrar razones para el optimismo.  

- ¿Habéis ajustado las carteras en consecuencia?

Eso no es algo que hagamos, nosotros siempre tenemos una visión de largo plazo. Cuando tomamos la decisión de invertir en una compañía siempre lo hacemos con una visión de largo plazo, nuestra idea es mantenernos en esta compañía no por un mes, tres meses o un año, sino por décadas, por lo tanto no rotamos ni modificamos la estructura de la cartera en función de un mercado específico, de noticias macroeconómicas, de un entorno puntual… Al final lo que buscamos es mantener una cierta estabilidad, mantener nuestra estrategia de inversión en torno a puntos cardinales como el crecimiento y la calidad y rotamos muy poquito en las carteras. Nuestra obsesión es tener siempre la máxima calidad, que estamos invertidos en las empresas que para nosotros son las mejores y que presentan potencial de crecimiento y eso hace que hagamos simplemente pequeños ajustes en aquellas compañías que quizá su desempeño operativo o su estrategia industrial no está siendo bien ejecutada lo que hacemos es darle salida para dar entrada a otras compañías pero no cambiamos ni ajustamos las carteras de manera brusca porque es precisamente en esos momentos cuando hay tanta volatilidad y tanta incertidumbre cuando se hacen más evidentes las ventajas de aplicar conceptos sencillos en la inversión que es una buena diversificación de la cartera, una visión de largo plazo y un profundo entendimiento y conocimiento de los modelos de negocios en los que estás invertido.

- ¿Qué pasa con las dinámicas operativas de las compañías en las que invierten?

Al final muchas de nuestras compañías sufrieron en cotización pero no en sus fundamentales. Seguimos confiando mucho en las dinámicas de crecimiento de nuestras compañías, los resultados que han presentado en el último trimestre del año pasado y las perspectivas para el 2023 siguen siendo muy interesantes. Los directivos de las compañías en las que invertimos tienen una demanda favorable, siguen invirtiendo en personas, en innovación de productos y en su capacidad productiva. Nos comentan también que las cadenas de producción, las cadenas de suministro se han normalizado a gran velocidad y eso ha impulsado la producción y sus márgenes. El hecho de que China haya salido del confinamiento es una muy buena señal para este tipo de compañías que también tienen capacidad e intereses por expandirse fuera de Europa. Las dinámicas de las compañías siguen su senda de crecimiento, más allá de los movimientos de corto plazo, pero a largo plazo el mercado es eficiente y si una compañía es capaz de crecer y de crear valor operativo para sus accionistas lo va a reflejar en su cotización. Por eso es tan importante tener compañías que sean resilientes, resilientes no quiere decir que sean inmunes, pueden ceder algo de crecimiento pero desde luego no es suficiente como para perjudicar de manera significativa su competitividad a largo plazo.

- ¿Cuáles son las perspectivas para el 2023 y en adelante?

Como decía al principio las perspectivas desde nuestro punto de vista son algo más prometedoras que las del año pasado. No es ningún secreto que la inversión en pequeñas compañías es más rentable que la inversión en compañías de gran capitalización, como así nos lo ha demostrado la historia en el largo plazo. Evidentemente rentabilidades pasadas no significan rentabilidades futuras pero desde luego nos muestra que esta clase de activos tienden a superar a las de gran capitalización a medida que vamos saliendo de entornos tan bruscos como el de 2022, a medida que salimos de la recesión o incluso antes y además lo que han demostrado también es que tras periodos de rentabilidad relativamente baja como fue el 1999, como fue el 2007-2008 con la crisis 'subprime', 2011 o 2018 las compañías de pequeña capitalización registraron una rentabilidad superior en los años siguientes frente a las empresas de gran capitalización. Por supuesto que van a seguir existiendo presiones a corto plazo, ya que estamos haciendo frente a temas que impactan como la posible recesión pero muchos de los componentes de esta recuperación a más largo plazo ya están en marcha. Estas empresas de calidad, como decía antes, que han estado invirtiendo les va a permitir seguir ganando cuota de mercado y pensamos que ahora mismo es un momento muy interesante para invertir en este segmento con una visión de largo plazo.