El invertir en megatendencias permite diversificar muchísimo la cartera, a nivel de regiones, sectores, compañías y en temas de inversión
que no puede acceder con los productos tradicionales.
Este fondo tiene un volumen de más de 2.000 millones de euros y, desde que Pictet invierte en inversión temática desde hace 15 años, maneja 20.000 millones de dólares.


Si tenemos 100 en cartera, 90 no están reflejadas en índices tradicionales. Son compañías de mediana y gran capitalización, entre 2.000 y 4.000 millones de capitalización. Tiene poca exposición a pequeñas compañías.

El fondo tiene una importante exposición a materiales básicos y consumo cíclico, pero logra escapar del ciclo económico ya que su horizonte de inversión es de largo plazo, 2-3 años. Es un fondo global de acciones, por lo que tiene la volatilidad de los mercados, pero en horizontes de 2-3 años consigue tener menos volatilidad y más rentabilidad. Invertir en megatendencias no es para invertir en un año. Además, por ejemplo, nuestra exposición a compañías de consumo cíclico la llevamos a cabo invirtiendo en Premium Brands o marcas premium, que tienen una gran fidelidad de clientes y capacidad para fijar precios, lo que les da capacidad de crecimiento de márgenes. De hecho, en los años de crisis han incrementado precios y márgenes.

El horizonte temporal de inversión mínimo en este fondo es de 2-3 años. En el 2013 ya acumula una rentabilidad del 205, pero lo lógico es que esta estrategia de una rentabilidad de doble dígito por encima del mercado global. Además, el porcentaje de cartera que un inversor se debería plantear tener expuesto a megatendencias es del 5-10%, de forma estructurar y permanente. No decimos que las megatendencias sean la mejor de las alternativas de inversión, sino que son un buen complemento para la cartera de renta variable.

Existe una tendencia muy natural a que las tecnológicas, marcar premium o agua coticen en el mercado estadounidense, no obstante, su exposición a mercados emergentes es del 30% y un 70% a desarrollados. Pues muchas compañías de países desarrollados, por ejemplo, LVMH, vende en todo el mundo, pero casi el 70% del crecimiento de sus ventas viene por el mercado emergente. Así jugamos de una forma equilibrada la exposición a mercados desarrollados y emergentes.