Bankia y BMN prevén cerrar su fusión por absorción ya en septiembre, ¿cómo valoras las cifras de la operación? ¿Crees que son realistas/alcanzables?

 

La valoración que se ha hecho de BMN es muy positiva para los accionistas de Bankia. Se hablaba de más de 1.000 millones de euros, que al final han quedado reducidos a 825 millones. Con un valor en libros de 0,41, lo que le mete un poco en el saco de las entidades con mayor perfil de riesgo, estilo Liberbank.

 

En cuanto a los objetivos, una parte negativa es que Bankia verá rebajado su ratio de capital CET Fully Loaded; y, en positivo, el hecho de que se complementen bastante bien a nivel geográfico.

El mercado se está creyendo estos números, de hecho, Bankia está reaccionando muy positivamente en Bolsa. Y, además, es una entidad que no se caracterizar por dar falsas esperanzas al mercado, tiene un equipo gestor muy creíble y, por lo tanto, estamos ante una noticia positiva para el banco.

Con esta integración y la ‘compra’ de Banco Popular por Banco Santander, ¿crees que ha finalizado la reestructuración del sector bancario en España?

El grueso sí, aunque quedarán resquicios, como por ejemplo la salida a Bolsa este viernes de Unicaja (se tanteo fusionarla con otra entidad y no se pudo).

Podemos ver movimientos también en cuanto a Deutsche Bank, que ya ha dicho que quiere vender su filial en España, donde es muy fuerte en banca privada, con un perfil de cliente más rentable que la media del conjunto del conjunto.

Luego asimismo atentos a todo lo que son los bancos digitales. Por ejemplo, el propietario de EVO es un fondo de capital riesgo que, tarde o temprano, tratará de desinvertir y sacar partido de esa operación.

A ver qué pasa con WiZink, que el 49% ha pasado ahora a manos de Banco Santander, veremos si trata de integrarlo con OpenBank o quizá vendérselo a algún otro grupo…

¿Qué deberes tienen pendientes ahora las entidades financieras españolas?

Teniendo en cuenta como está el Euríbor, los bajos tipos de interés, tienen un reto importante, la manera de ser rentables, que es un poco lo que están haciendo ahora, vía comisiones, tratar de reducir costes, llevar a cabo toda esa transformación digital (con algunos mejor posicionados que otros) y, sobre todo, a nivel regulatorio, la adaptación a MiFID II, que entra en vigor en enero de 2018, ahí tienen un arduo trabajo.

Sobre todo, como adaptarse a este clima de bajos tipos de interés que, además, parece que va a durar a más largo plazo.

¿Es el momento de apostar por estos valores, llegamos tarde o aun conviene esperar?

Con el buen comportamiento que han tenido en el primer semestre, con revalorizaciones superiores al 30% en algún caso, sí que empiezan a dar ciertos síntomas de agotamiento y va a ser muy difícil que se repita esta remontada.

En general, obedeciendo a un movimiento que estamos viendo en el mercado de rotación de sectores. Desde finales del año pasado, se empezaba a incrementar la inflación, las expectativas de retirada de estímulos por parte del Banco Central Europeo (BCE)… pero a raíz de los últimos datos de precios, lo comentarios de Mario Draghi en las últimas reuniones, todo parece apuntar a que vamos a tardar en ver eso. Por lo tanto, las entidades se van a ver castigadas por ellos.

También BCE ha liquidado dos bancos en Italia. El estado compromete 17.000 millones de euros públicos e Intesa Sanpaolo se hace con los activos buenos. Alivio, pero no el cierre de este capítulo. ¿Qué visión tienes sobre este sector?

Se ha dado una solución deprisa y corriendo, pero yo creo que el problema es más grave, va a seguir haciendo ruido y vamos a seguir viendo problemas en algunos bancos. Se habla de que en total, en el conjunto del sistema financiero transalpino, hay hasta 300.000 millones de euros en activos improductivos.

Pone un poco de manifiesto la diferencia entre Italia y España. La primera no hizo los deberes en su momento, en cambio, aquí sí que se hizo. Se dotaron provisiones, se creó la Sareb, se nacionalizó Bankia… Pero en Italia, en su momento, dieron una patada al problema y ahora siguen con él pendiente, incluso mayor problemática. La solución no es esperar a que el tiempo arregle las cosas.

Por lo tanto, el perfil de la banca española es mucho más solvente que el de la italiana

Con todo, parece que poco a poco Europa va salvando los diferentes escollos (política, banca…) y la macro mejora, ¿qué potencial la queda a la renta variable del Viejo Continente? ¿Ganará a Wall Street en el segundo semestre?

En ambos casos, yo creo que da un poco de vértigo ver a los niveles a los que se cotiza. Wall Street en máximos históricos, y en Europa también la Bolsa de Londres y la de Alemania…

En cualquier caso, por ratios de expectativas de beneficios, de PER, está más barata la renta variable europea, pero yo creo que esto obedece al hecho de que, en general, las empresas americanas son bastante más competitivas que las europeas y esto lo percibe el mercado.

Un ejemplo de ello es lo que pasó la semana pasada con Amazon, que anunció la compra de una cadena de supermercados, y sólo esa mera noticia ya generó expectativas de que pudiera llegar también al sector de la distribución alimentaria en Europa y vimos caídas muy fuertes en Carrefour o Ahold.

Vamos a un mundo vinculado completamente a la tecnología y los que saben de esto son los americanos. De ahí esa diferencia que hay que puede hacer parecer que, a priori, Wall Street es un poco más cara.

Y, concretamente, en lo que respecta al Ibex, ¿le queda recorrido tras la excelente primera mitad del año? ¿Qué niveles manejas?

No le vemos demasiado potencial. De hecho, por niveles, el potencial de revalorización que maneja el mercado está en torno a los 11.000 puntos, por lo tanto, no le queda mucho recorrido.

Y, en el caso de que la corrección que estamos viendo en las últimas semanas profundice, pues habría varios niveles a vigilar. En primer lugar, los 10.565, desde donde rebotó en mayo; y, por debajo, el gap alcista que se generó tras la primera ronda de las presidenciales francesas, en los 10.377 puntos. Si perforamos esos niveles sí que habría que empezar a preocuparse.

¿Cuáles son los vientos a favor y en contra de los mercados en lo que resta de 2017?

Hay que estar atentos a todo lo que tenga que ver con bancos centrales, si bien, a primera vista parece que la hoja de ruta tanto de la Reserva Federal (Fed), como del BCE, ya la tenemos interiorizada.

Luego hay que vigilar el tema del petróleo, porque como siga cayendo sí que puede generar, como hemos visto en el pasado, desequilibrios en las cuentas de muchos países y de la industria petrolera. Y, un efecto colateral, quizá, es que sigue rebajando las expectativas de inflación, con todo lo que ello conlleva para los bancos centrales y para el sector financiero…

A nivel político, si finalmente Trump consigue sacar adelante todas las reformas que ha prometido y por las cuales han subido tanto las Bolsas; si no lo consigue podríamos ver correcciones serias. En Europa, las elecciones de Alemania, aunque el riesgo de populismo se ha reducido, sobre todo tras los comicios de Francia y Holanda. Y, en el caso de España, vigilando un poco ese desafío soberanista en Cataluña, que el mercado no se está tomando en serio, tampoco las agencias de rating, pero puede generar ciertos problemas en un momento dado.