En este contexto, la innovación se demuestra de vital importancia y una de nuestras palancas clave de crecimiento como compañía, en un momento de transformación de nuestro modelo de negocio para seguir creando valor a través de la transición energética.

En Naturgy, la forma de concebir la innovación nos permite transformar los riesgos en oportunidades, como contribución a la creación de una compañía ágil y capaz de vivir con solvencia en un marco de transformación constante. Además, habilita la incorporación de nuevas o mejores prácticas y tecnologías que permiten que seamos más eficientes y competitivos, siempre a la vanguardia y poniendo al cliente en el centro de todo nuestro esfuerzo.

En el marco del cumplimiento de nuestros compromisos en materia de ESG, hemos apostado por mantener un rol activo ante los retos de la transición energética a través de la innovación, el talento diverso y la digitalización. En estos ámbitos, la compañía pone el foco en el concepto de innovahub como punto de encuentro de las iniciativas de innovación abierta. Este modelo nos permite observar e identificar oportunidades, tendencias y conocer el estado y desarrollo de nuevos modelos de negocio y servicios, así como sus avances, y encontrar nuevas ideas que puedan atender las demandas de los mercados y los clientes. Y todo ello lo hacemos en colaboración con universidades, organismos de investigación, administraciones públicas y otras empresas.

Partiendo de esta concepción de la innovación y como expertos en energía comprometida con el entorno, Naturgy ha puesto en marcha la segunda edición de “Connecting Energy”. Se trata de un programa para ayudar a emprendedores y potenciales emprendedores a consolidar su solución de impacto positivo en el medio ambiente, impulsando la transición energética a través de la incubación de ideas, proyectos y emprendimientos que tengan como misión generar un cambio estructural en el sistema energético. Está dirigido a start-ups que quieran aportar soluciones innovadoras en los ámbitos de la energía y el consumo responsable, los gases renovables, la movilidad sostenible o la economía circular. En su primera edición, lanzada el pasado año, de entre todos los proyectos e ideas recibidas se seleccionaron 8, de las cuales 4 están avanzando en distintos acuerdos de negocio.

Paralelo a la transición energética trascurre el desarrollo de proyectos renovables. El despliegue masivo de parques eólicos en España que comenzó a finales de la década de los 90, alcanzando un ritmo de entre 1.000 y 3.000 MW anuales los primeros años del siglo XXI, obliga a pensar en soluciones para su desmantelamiento una vez finalizada la vida útil de sus máquinas, teniendo en cuenta que la Unión Europea pide a los Estados miembros lograr que en 2025 se recicle un 70% de los metales ferrosos y residuos de vidrio, un 50% de los residuos plásticos y de aluminio, y un 25% de la madera, entre otros.

Como ejemplo de innovación en el sector, Naturgy ha impulsado, junto con Ruralia, GIRA Wind, la primera empresa española para el reciclaje integral de parques eólicos. Se trata de un proyecto centrado en el reciclaje integral de este tipo de parques, que cubre los servicios de desmantelamiento completo, reacondicionamiento de máquinas y sus componentes, reciclaje de los materiales que componen las palas y la comercialización de aerogeneradores completos y piezas para repuestos, en una apuesta clara de Naturgy en su compromiso con la sostenibilidad y la economía circular.

Además del reciclaje, este proyecto pretende ser puntero en la valorización de aquellos materiales que podrían reacondicionarse, creando un nuevo mercado de repuestos que permitirá alargar la vida útil del parque en explotación, ya que gran parte de las piezas que se utilizaron en la instalación de los aerogeneradores ya no se fabrican.

Estos proyectos son solo dos ejemplos de la importancia de la innovación en el sector energético, en el que se combinan las tecnologías más disruptivas y punteras para avanzar en el camino de la transición energética. Un camino al final del cual hay dos claros ganadores: el medio ambiente y, por extensión, toda la sociedad.