La semana pasada, Inditex decidía cerrar sus tiendas en Rusia y Bielorrusia, así como las ventas online. Un duro golpe para la textil gallega, que renunciaba así a uno de sus mayores mercados. El castigo en bolsa no se hacía esperar: en comparación con el inicio de año, ha perdido casi un 25% de su cotización. Se suma a los descensos que ya sufría al anunciar la marcha de Pablo Isla, al que sustituye Marta Ortega, hija del fundador, Amancio Ortega.
Desde el punto de vista técnico, Inditex se está comportando de manera similar a lo que hacía en los primeros meses de 2020, "las fortísimas caídas sufridas por la textil en el principio de la pandemia", explica Darío García, analista de XTB. En principio, podría desarrollar un comportamiento alcista, pero hay que mantener la cautela en el valor, dado que las noticias que llegan a nivel fundamental también son negativas.
Según explica el experto, la clave está en que logre mantener el rango de los 22 - 23 euros por acción, como nivel de soporte. Y el objetivo de medio plazo es que intente atacar los 27 euros, que funcionó también el año pasado como principal nivel de resistencia.
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