La lectura que podemos hacer de la última subasta del Tesoro  es de “buena” porque han bajado los tipos y porque las peticiones han sido cuantiosas, incluso el tesoro no ha querido emitir más porque era deuda de corto plazo pero lo podría haber hecho. Estamos pendientes de la reunión del BCE, donde veremos si se llevan a cabo una serie de medidas, y los mercados siguen nerviosos.

Ahora mismo deberíamos decir que los mercados están intervenidos por los políticos, más que por los datos económicos. De lo que ellos están hablando es que los deudores – España o Italia- sea capaz de devolver el dinero a los acreedores. Esa es la crisis financiera. Pero además tenemos la crisis económica. Las medidas que apuntan a que se van a llevar a cabo intentan suavizar los problemas financieros, de la deuda, pero hasta ahora nadie ha hablado de la economía. Si somos capaces de bajar la prima de riesgo y se tiene acceso a una financiación más laxa, daríamos algún paso para posibilitar el crecimiento.


“No hay rescate sin condiciones”

España ya ha pedido el rescate. La aprobación de los 100.000 millones de euros es un rescate, y lo estamos viendo en que hay un plan que impone una serie de normas y para las preferentes De Guindos tiene que pedir permiso para saber qué tiene que hacer. Es posible que haya una segunda intervención – a un 85-90% de probabilidades- pero la están negociando. Las CC.AA que han sido un foco de gasto no tienen acceso a los mercados financieros y el próximo año vencen los bonos patrióticos, por lo que las comunidades se ven ahogadas porque no pueden refinanciar. Yo haría un llamamiento, no hay rescate sin condiciones.

Si no recuerdo mal, cuando salió la intervención, se hablaba de 42.000 millones para los bancos. Ahora han aparecido 18.000 millones. “se está negociando una reforma de la banca tremenda, con unos poderes de intervención rapidísimas del Banco de España y en la que no participarán ni bancos ni cajas. Lo importante del banco malo es saber a qué precio se van a valorar los activos, quién se hará cargo de las pérdidas”. Si se valoran más o menos a un descuento del 50%, los ciudadanos probablemente tendrán que pagar. La gran banca no tendrá ningún problema, evidentemente son provisiones pero donde puede haber problemas es en los bancos pequeños y medianos. En general para la banca no es un mes bueno, sobre todo el Real Decreto que nos anunciará este viernes es muy duro.

Nos movemos en un terreno cenagoso hablando del BCE. Creo que sí habrá noticias y lo que estamos viendo ahora es cerrar los últimos flecos de las medidas. ¿Por dónde puede ir? Destacaría movimientos de tipos e iría a dos líneas: el ojo que tenemos puesto en Italia y España – que ya se ven las condiciones para la compra de deuda- y si eso se da, diría que Alemania tiene algo pactado por detrás. La segunda línea afecta al crédito: aquí se estaría mirando bien interés negativo o penalizador para los depósitos, no estaría mal valorado por los mercados, y el LTRO. Si acompañamos las dos, son más recursos y los diferenciales de corto bajarían, con lo que empezaríamos a ganar oxígeno en el ámbito financiero.

Desde mediados de julio hay un cambio drástico en lo que ha sido el discuso sobre Grecia. En este sentido, no se puede descartar una salida del país heleno porque “está agotado, las medidas que se han tomado la han ahogado más y sin la política monetaria es imposible salir. Grecia puede abandonar el euro, ahí tenemos un foco de inestabilidad pero sí creo que el país necesitaría hacer una fuerte quita de su deuda, una política monetaria que le permita volver al dracma con una devaluación bestial y sólo entonces podrá comenzar a respirar”.