A medio-largo plazo la situación para IAG (Iberia) no es buena, ya que la estructura es decreciente. Además, la media móvil de las últimas 30 semanas también presenta una fuerte pendiente negativa, con lo que nuestra estructura o predisposición tiene que ser bajista o defensiva en el activo mientras el precio no nos demuestre lo contrario. 

Durante el último año, IAG desarrolla una figura de canalización decreciente, un proceso de máximos y minos decrecientes, pero en las últimas semanas en el corto plazo vemos un giro y lo hace a niveles de niveles soportes que consideramos interesantes; por un lado, ese directriz bajista que es la parte baja del canal decreciente comentado, y esa zona horizontal de anterior soporte, luego resistencia y ahora de nuevo soporte de los 1,20-1,15 euros por acción. Por tanto, podíamos prever que IAG podría desarrollar un proceso de recuperación al menos en el corto plazo. 

En un gráfico de escala diaria, esa previsión de recuperación a corto plazo se veía reforzada con la formación de una figura de hombro-cabeza-hombro invertida que ya está confirmada con la superación de los 1,384 euros por acción. Recientemente, tenemos una consolidación en el precio que consideramos como un movimiento de testeo de anteriores resistencias ahora soportes decrecientes y por tanto tendríamos una confirmación o una reactivación de la estructura creciente de corto plazo en la superación de los 1,50.

No hay que olvidar que en base a esa figura de hombro-cabeza-hombro invertida comentada de corto plazo el objetivo sería los 1,625 y esta figura no se vería anulada hasta perforar los 1,304 euros por acción. Mientras tanto, a corto plazo mantenemos una posición positiva y constructiva, pero, al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que el fondo es bajista, por lo que aprovecharíamos estas implicaciones de corto plazo para deshacer posiciones largas o de compra abiertas en cartera a precios un poco más competitivos.