Los principales índices europeos han despedido noviembre con avances moderados en el caso del Ibex 35, mientras que otros selectivos continentales han registrado retrocesos testimoniales. Aun así, el sentimiento de mercado se mantiene claramente positivo de cara al tramo final de 2025, con unos inversores que ya comienzan a anticipar el tradicional rally de Navidad. Desde el punto de vista técnico, la estacionalidad juega a favor. El periodo que va de noviembre a finales de enero es históricamente el mejor trimestre del año, aunque, tras las fuertes revalorizaciones acumuladas en 2025, algunos inversores podrían optar por realizar beneficios.

En el caso del IBEX 35, el índice ha recuperado con facilidad los 16.000 puntos, apoyado en la fortaleza del sector financiero, que continúa atrayendo flujos. Los índices con mayor ponderación bancaria, como el FTSE MIB italiano o el austriaco, también muestran un comportamiento destacado. Para obtener una visión más global, la mirada al ETF que replica al EuroStoxx —una cesta de los principales índices europeos— confirma el buen tono general: cotiza claramente por encima de su media de 30 semanas. Eso sí, la referencia sigue siendo Wall Street. El S&P 500 continúa liderando las subidas, mientras que el Nasdaq avanza con algo más de cautela. El DOW JONES, apoyado en la fortaleza de los sectores de utilities y salud, también aporta señales positivas. En conjunto, el escenario sigue siendo alcista.

Dentro del Ibex 35, esta mañana Repsol encabeza las subidas impulsada por un repunte del petróleo, una materia prima que no ha brillado especialmente durante el año pero que puede recuperar terreno a corto plazo.  Aunque el gráfico del Brent y del WTI aún dibuja una tendencia bajista, el comportamiento de los metales preciosos —especialmente oro y plata— podría anticipar un giro. Cuando los metales preciosos suben, suelen reflejar expectativas de inflación más altas, algo que termina trasladándose al petróleo. El mercado, de hecho, ya estaría descontando este escenario: el ETF que agrupa a las grandes petroleras europeas (TotalEnergies, Eni, Repsol) cotiza cerca de máximos pese al letargo del crudo.

En el caso de Repsol, el valor mantiene una tendencia sólida. No está en zona de ruptura de máximos ni en pleno apoyo técnico ideal, pero sigue siendo un título fuerte. Para quien tenga el valor en cartera, mantener es razonable; para nuevas compras, el retroceso reciente puede ofrecer una oportunidad. Eso sí, la recuperación del nivel de 17 euros podría requerir algo más de tiempo en alcanzarse.

Del lado de las caídas en el Ibex 35, el protagonismo del día es para Indra. La tecnológica, que acumula un 2025 extraordinario, ha corregido durante noviembre: desde los 50 euros hasta los 45. La corrección, sin embargo, aún no supone un deterioro técnico grave. El problema no está tanto en el gráfico o aspecto técnico de Indra como en su sector: el ETF que agrupa a las compañías europeas de defensa —impulsadas durante los últimos años por el aumento del gasto militar— empieza a mostrar signos de agotamiento. La expectativa de una posible desescalada en Ucrania también estaría pesando en estas compañías. Con ello, Indra tiene margen de caída pero no me gusta lo que veo en el sector. El valor se puede mantener mientras no pierda la zona de 40–41 euros, porque hasta ese momento no hablaríamos de un cambio de tendencia. Aun así, y aunque tiene margen, no creo que sea un momento para tomar posiciones en este valor; la debilidad sectorial resta atractivo. El timing no es el adecuado en Indra: si estoy fuera mejor seguir fuera y si estoy dentro hay que vigilar el soporte y si lo pierde a otra cosa.