En la Revolución Cripto hoy el invitado es Víctor Campos, CEO de The Real Money, para profundizar en la conexión entre el oro físico y los activos digitales. En lugar de centrarnos en Bitcoin o Ethereum, hemos abordado cómo el oro —activo refugio por excelencia— está ganando peso en las carteras de inversión y cómo se está integrando con tecnologías emergentes como blockchain y los NFTs.

The Real Money se dedica a la comercialización de oro físico en propiedad, con certificación LBMA, lo que garantiza su calidad y trazabilidad. A diferencia del “oro papel” o de los productos financieros derivados, ofrecen una solución basada en lingotes reales, adquiridos y custodiados por cada cliente. La empresa, aunque con sede en España, opera bajo licencia del Banco Central de Italia como banco de metales, lo que permite ofrecer una estructura regulada, transparente y segura para este tipo de inversiones.

Víctor ha destacado cómo Basilea III ha cambiado las reglas del juego, obligando a que los contratos derivados sobre oro estén respaldados en un 80% por oro físico. Esto ha provocado un aumento notable en la demanda institucional, especialmente por parte de bancos centrales del bloque BRICS+.

En cuanto a la integración tecnológica, The Real Money ha desarrollado un sistema por el cual los depósitos de oro físico se tokenizan en forma de NFTs únicos emitidos sobre la blockchain de Ethereum. Estos NFTs actúan como certificados digitales de propiedad, con ventajas añadidas como trazabilidad, autonomía, custodia segura y posibilidad de ser utilizados como colateral o integrarse en soluciones financieras digitales.

Campos también ha compartido su visión sobre Bitcoin, al que no considera un competidor del oro, sino un activo con una función complementaria. Ambos, en su opinión, comparten atributos como la escasez, la descentralización y la ausencia de riesgo de contraparte, lo que los hace valiosos como elementos de diversificación y protección dentro de un portfolio.

Para terminar, el CEO de The Real Money ha subrayado que "estamos ante un momento crucial para la tokenización de activos reales —desde inmuebles hasta materias primas como el oro— y que la regulación está intentando alcanzar el ritmo del mercado".

Según su visión, estos activos digitales respaldados por activos tangibles jugarán un papel cada vez más relevante en el sistema financiero global.