- ¿Cuáles son los retos principales de los directivos y ejecutivos de las grandes empresas ahora mismo?

-  Considero que los retos actuales para cualquier directivo en cualquier empresa grande mediana o pequeña, pasan por entender el entorno de cambio en el que estamos todos sumidos. Ya veníamos era una tendencia de gran cambio, a todos los niveles y en la mayoría de los mercados por diferencias en los patrones de consumo, pero, a raíz de la pandemia, en el último año todos hemos podido ver que lo que creíamos tener por seguro ha variado. Entonces, yo creo que el primer reto pasa básicamente por entender este nuevo escenario y ser capaces de prever hacia dónde va a ir.

Muchas veces me preguntan qué va a pasar y qué sectores van a triunfar y mi respuesta siempre es la misma. Lo que tenemos ahora mismo es una gran incertidumbre en todos los sectores y lo que va a definir qué sectores triunfan y cuáles no va a ser la consolidación de esos patrones de consumo. Al final, cada uno de nosotros cuando decidimos entre varias opciones de consumo, estamos definiendo cuáles son los sectores que van a sobresalir.

Entonces, volviendo a la pregunta, yo creo que el mayor reto está en entender qué es lo que está buscando el consumidor en todos los sectores y ser capaces de adaptarse de la manera más rápida posible porque, si no lo hacemos nosotros, va a ser otro quien lo haga.

 – Y en concreto, ¿de los directores financieros?

-  El reto del director financiero, en primer lugar, yo creo que es entender la transformación de su papel, es decir, tradicionalmente le vemos como alguien encargado únicamente de las cuentas, que lo que hace es análisis, números y porcentajes y evidentemente eso va a seguir siendo parte de su trabajo, pero, quizá ya no tanto hacerlos cómo entenderlos.

Debido a la transformación tecnológica y digital que estamos viviendo todos, insisto, muy influenciados por la afectación de la pandemia y el acceso a nuevas tecnologías o formas de trabajar. Cada vez es más habitual trabajar con sistemas de información, con machine - learning, es decir, con un montón de herramientas que lo que permiten es automatizar estos procesos. Lo que tradicionalmente se pensaba a finales del siglo XX y lo que el director financiero se encargaba de hacer, hoy en día lo puede hacer perfectamente una máquina. De hecho, es bueno que sea así porque la función del director financiero pasa por entender estos resultados y tomar decisiones para la aplicación.

En ese ritmo o nivel de cambio del que hablábamos en la pregunta anterior, yo creo que es básico ser rápidos en dar respuestas, y entender qué información nos están dando los datos y saberla aterrizar a un plano estratégico. Con la cual, el gran reto actual del director financiero en cualquier empresa está en aproximarse cada vez más a la operativa diaria, y, tirando de teoría clásica, entender, dentro de la cadena de valor, qué aporta cada elemento de la empresa para poder tomar decisiones a nivel de, por ejemplo, dotaciones presupuestarias, es decir, en qué debo invertir y cuál es la priorización que debo llevar a cabo.

Entonces, opino que el director financiero lo que debe tener es una visión evidentemente profunda de su sector, pero, un conocimiento transversal de todas las organizaciones. es un rol que se ha ido trasladando o pivotando los últimos años desde puramente la dirección financiera a una mucho más estratégica que sirve en este modelo de toma de decisiones.

 – Digitalización, criterios ESG… ¿Qué nuevas habilidades son necesarias para trabajar como director financiero?

-  Hay tres ejes. En primer lugar, el conocimiento financiero evidentemente tiene que estar, pero, quizá es el que más ha ido disminuyendo en los últimos años porque tiene que desarrollar todos esos conocimientos de digitalización, herramientas online, el hecho de trabajar en la nube, que hace unos años era prácticamente impensable, hoy en día es imprescindible y en muchas empresas les ha servido el hecho de tener información en la nube porque les ha permitido teletrabajar.

Entonces, conocer el funcionamiento de estas herramientas es básico para automatizar, como decía antes, procesos y ser capaces de utilizar esa información. Estamos en una sociedad o en un mercado en el que lo que tenemos ya no es falta de información sino exceso de ella y lo que debemos saber es priorizar y definir nuevos modelos que nos permitan, con esos datos, sacar conclusiones. 

Toda la parte tecnológica debe ser dominada por el nuevo director financiero, pero, paralelamente, también tiene que ser capaz de gestionar lo que se llaman las ‘off skills’, es decir, gestión de equipos, dirección, liderazgo, en definitiva, el ser capaz de implementar esa idea estratégica que puede haber definido y llevarla a la realidad con equipos humanos cada vez más complejos con diferentes individuos a nivel generacional, diferentes perfiles y diferentes maneras de trabajar.

 - ¿Creen que estas habilidades son adicionales si se trata de empresas cotizadas?

-  En el caso de las empresas cotizadas, es exactamente lo mismo que hemos dicho hasta ahora, pero, todavía con un mayor énfasis básicamente porque, al tratarse de empresas cotizadas, tienen continuamente una lupa mayor escrutando cada uno de sus movimientos. Por tamaño y por volumen todas ellas se acaban erigiendo como determinantes dentro de su sector y el director financiero, en ese caso, debe ser capaz de tomar decisiones. 

En primer lugar, que afectan al corto plazo porque es la lupa que les va a estar siguiendo, pero sin poner en riesgo su resultado en el medio largo plazo que es el gran reto actual precisamente por lo que decíamos al principio. Este ritmo de cambio y de variación en el sector hace que lo que hoy damos por hecho dentro de unos años quizá no funciona. De manera que ser consciente de esa realidad tiene que permitirle ir tomando decisiones que funcionen en el corto plazo sin condicionar en exceso el largo plazo.