¿Cuáles son las principales conclusiones del Global Survey de Legg Mason en 2017?

Las conclusiones de todo el mundo, también son aplicables a España. Es que, en general, el inversor aunque sigue influido por la última crisis financiera sigue siendo optimista respecto al futuro. Y otros dos puntos adicionales: cada vez se utiliza más la tecnología, pero los encuestados nos dicen que sí tienen tecnología pero siempre acompañada de un asesor humano.

Y luego también algo muy claro, y es que se necesita más planificación para poder llegar a la jubilación con confianza.

Si tuviera que decir cuáles son las diferencias entre las conclusines principales del inversor español con el inversor global, ¿cuáles serían?

Los españoles somos los europeos a los que más nos sigue afectando la crisis financiera. No por eso dejamos de ser optimistas pero seguimos influidos por la crisis. Otro hecho curioso es que somos también los europeos que más invertimos en nuestro propio país. El 54% de nuestras inversiones siguen centradas en España con lo que nos falta algo de diversificación, un hecho común al inversor francés. También destacaría que somos los Europeos que nos sentimos más cómodos con un asesoramiento profesional y también somos los europeos que pedimos mayor rentabilidad a nuestras inversiones, un 7,2% de media, sólo superados por los suecos.

Teniendo en cuenta el perfil conservador del inversor español, ¿Cómo se compagina esto con las altas perspectivas de retorno que manifiestan?

Al final somos inversores muy optimistas, tenemos grandes expectativas aunque a lo mejor ésta es menos realista.  Por otro lado, vemos que el inversor se está dando cuenta que tiene que hacer algo para poder alcanzar esos objetivos de rentabilidad. Estamos viendo que tienen intención de diversificar más, buscar nuevas clases de activos y las perspectivas van por invertir más a largo plazo, añadir algo más de riesgo para adaptar las carteras a las rentabilidades esperadas.

Ustedes segmentan el estudio por generaciones, ¿cuáles son las principales diferencias en nuestro país?

Tenemos ciertas similitudes, todas la generaciones presentan un perfil muy conservador, son conseicentes de que tienen que adaptar las inversiones a más largo plazo. Pero vemos una peculiaridad en los millenials, son el porcentaje que tienen mayor volumen de activos fuera de España  - más de la mitad –. En el caso de la generación X es un tercio, mientras que los baby boomers no llegan al 25%. Ese es un cambio importante. También lo es el hecho de que los millenials son la generación que más fuentes de información utilizan a la hora de tomar una decisión de inversión. De media cuatro fuentes de media, frente a las 3-3.5 de las generaciones previas.

¿Por qué los inversores tienen tan poco apetito por las inversiones fuera de España?

Hay un hecho, que es la necesidad que todos tenemos de diversificar las carteras El hecho de que los millenials estén invirtiendo fuera de España es una tendencia. Lo vemos también en las gestoras extranjeras y el éxito que están teniendo en España porque aportamos más diversificación y la capacidad de invertir de forma especializada.  

Hablan de que estas tres generaciones hemos vivido la crisis financiera, ¿cuáles son las heridas que aún no se han cerrado?

Un hecho es el porcentaje tan elevado que todavía seguimos teniendo en activos líquidos. Es curioso que el millenial diga que está afectado por la crisis cuando entonces no invertía. Probablemente haya visto en sus padres o abuelos el efecto de esa crisis y les ha afectado más que al resto de generaciones.

¿Y la mayor lección?

Creo que hay que destacar tres enseñanzas: necesidad de invertir con un horizonte que se ajuste a nuestro perfil, tener carteras diversificadas y tener un gestor profesional que nos ayude a tomar las decisiones.

También tienen un apartado para la preparación de la jubilación, ¿cuáles son las perspectivas del inversor español?

Una de las cosas importantes es que más de la mitad de las tres generaciones están preocupadas o muy preocupados con su futura generación y lo que nos están diciendo es que lo que más les preocupa es encontrar un equilibrio entre su día a a día y el ahorro futuro, que es la mayor  complicación. No se sienten preocupados con la posibilidad de recibir una pensión, pero sí que su ahorro sea capaz de permitirles una jubilación holgada.